La verdad es que esta película del desconocido Jon Poll pintaba muy bien en un principio, con una primera media hora realmente interesante pero finalmente se ha ído desinflando, quedando tan sólo una pequeña película de la que te olvidarás al poco de haberla visto. Lo positivo de esta película para mí ha sido sín duda las interpretaciones de sus protagonistas, recayendo el mayor peso de la misma en el veinteañero Anton Yelchin, actor al que descubrí en la polémica "Alpha Dog" y que aquí nos deja una impresionantemente madura actuación, dejando entrever en su mirada las emociones por las que debe pasar su personaje, el Charlie Bartlett que da título al film. Junto a él el siempre cumplidor Robert Downey Jr., actor que para mí siempre es un placer ver actuar, sacando siempre petróleo de papeles como el de este caso, que poco aportan en su filmografía, que poco o nada tienen que destacar, pero a los que el actor saca brillo. A mí cada día me gusta más. En el lado de las chicas tenemos a la siempre interesante Hope Davis. Coincido plenamente con el usuario que afirma que esta buena actriz no ha conseguido aún encontrar papeles que le hagan honor, creo que últimamente ha dejado una actuación más que notable en "A propósito de Shcmidt" y aquí nos deja otra muestra, esta vez en un registro totalmente diferente. El descubrimiento para mí de la peli ha sido la joven Kat Dennings, quien deja una correcta actuación y a la que seguiré la pista. En definitiva, esta película no es nada especial, no deja un mensaje que te haga pensar, no es una obra de arte, pero te servirá para pasar una hora y media si no tienes absolutamente nada mejor que hacer.

Poco puedo aportar a las más que interesantes críticas que tantísimos usuarios han dejado sobre esta primera parte de la biografía de Ernesto "Che" Guevara. Para mí este señor ha sido siempre una incógnita, mi hermano tenía su póster en su cuarto y yo, de pequeña, siempre me preguntaba quién sería ese hombre tan atractivo con cara desafiante al que mi hermano parecía idolatrar. Mucho después comprendí que se trataba de un personaje que, como muy bien afirma otro usuario, ha sido tras Jesucristo, de los que más se han hablado y discutido, creador de polémicas y de debates dispares. A mí Guevara no me dice nada, no lo he seguido, no he buscado su biografía desesperadamente, no ha sido mi modelo a seguir, no me ha interesado su doctrina (si es que la tenía), pero sí que me interesaba conocer un poco más de nuestra historia moderna, porque al fín y al cabo de éso se trata, no se puede negar que la Revolución cubana pertenece a nuestra historia mundial y me parece interesante saber de ella. Creo que Steven Soderbergh lo ha hecho de manera perfecta. Ha dejado totalmente a un lado las circunstancias personales de sus personajes y se ha centrado exclusivamente en relatarnos con pelos y señales cómo se desarrolló y se llevó a cabo la citada revolución. Me costó entrar en la peli, pero una vez que lo hice me enganchó y no me soltó hasta el final. Ya estoy deseando ver su continuación. En cuanto a las actuaciones, todos parecemos estar de acuerdo en que el gran Benicio del Toro se sale, simplemente. Es un actor enorme, no sólo en estatura sino en dominio del personaje. El único pero que le pongo es su fallido acento argentino, que no aparece por ninguna parte, pero se lo podemos perdonar ¿verdad?. El resto de actores no se pueden explayar demasiado con sus personajes, ya que al ser tantos, ninguno está suficientemente desarrollado. Descubro al mexicano Demián Bichir como Fidel Castro, con un parecido asombroso y muy bien conseguido, me alegra ver aquí al guapo Rodrigo Santoro como Raúl Castro, me alegro más de encontrarme con mi seguida Elvira Mínguez, que se saca de la manga un convincente acento cubano, recupero a Jorge Perugorría, actor cubano que estuvo muy de moda en nuestro cine hace algunos años y que estaba desaparecido en combate, me parece un magnífico actor aunque aquí poco pueda hacer, aparece Catalina Sandino, actriz que va encontrando su sitio en el cine, recupero a Vladimir Cruz, cubano que protagonizó junto a Perugorría el exitazo de "Fresa y chocolate", y sufro a Unax Ugalde, actor que no me gusta nada.

Para todo aquel que no supiera de la vida del Che Guevara, como es mi caso, y que hubiera visto su primera parte, como también es mi caso, es imprescindible ver su continuación, si no nada de lo que nos intenta contar Steven Soderbergh tendría sentido. Esta segunda parte es mucho más lenta que la primera, pero igual de buena e interesante. Agradezco al director el que no haya optado por encumbrar al guerrillero argentino como a un héroe y que tampoco haya intentado hacer que nos caiga bien recreando su vida personal junto a su amada esposa y sus cinco hijos. Soderbergh se limita aquí a contarnos cómo se desarrolló este intento de revolución boliviana por parte del Che y punto. El tono en el que se desarrolla toda la película desde un principio es pesimista, como si ya se supiera de antemano que ninguno saldría vivo del intento, y es que este intento de revolución en la selva boliviana era un suicidio desde el principio. Una vez más el grande de Benicio del Toro se come la pantalla, es un verdadero placer verle actuar, moverse, gesticular y, una vez más, el único defecto que le encuentro es su inexistente acento argentino, cosa que todavía no entiendo viniendo de un actorazo como es el portorriqueño. Junto a él hay una larga lista de apariciones de actores españoles, aunque ninguno con un peso especial en la trama. Entre ellos están Jordi Mollá, Eduard Fernandez, Rubén Ochandiano, Oscar Jaenada o Carlos Bardem. Y entre tanto batiburrillo latino se cuela una actriz alemana, Franka Potente, quién sorprendentemente sí que logra tener cierto peso y quién se desenvuelve magníficamente aquí. También hay actores cubanos como el reciente marido de Lolita, un Pablo Durán al que nunca había visto actuar y un Jorge Perugorría al que le dan algo más de minutos en la trama, cosa que agradezco ya que es un actor que me encanta. Por su parte, actores como Demián Bichir y Rodrigo Santoro interpretando respectívamente a Fidel y Raúl Castro, no tiene aquí tantos minutos ni tanta relevancia como en la primera parte. Dado lo difícil del proyecto y lo fiel que parece haber sido a la realidad creo que tanto la primera como esta segunda parte merecen de sobra el aprobado. Propuesta más que interesante para el que quiera conocer algo más de la historia reciente de nuestro mundo.

Me interesé en ver la película principal y casi exclusívamente por la aparación en ella de la actriz Rachel McAdams, descubierta por mí en la preciosa "El diario de Noa", una actriz que me enganchó y a la cual sigo la pista cinematográficamente hablando.

Chicas malas es la típica película de adolescentes e instituto americano, pero se sabe perfectamente lo que se va a encontrar en ella, por lo que no hay que perder los nervios si no encuentras algo más de fondo en la historia. Está entretenida y se disfruta de la actuación sobre todo de Rachel, la mejor del grupo de actrices protagonistas. Lindsay Lohan no me ha acabado de enganchar.
Pasable

Hacía años que no le echaba un buen vistazo a esta deliciosa película, todo un bombazo el año de su estreno y que te deja un sabor tan dulce como el de un buen chocolatito caliente. La novela de Joanne Harris en la que está basada no está mal y la película no la desmerece, aunque su final no sea precisamente el mismo. Lasse Hallström es un director que me gusta, he visto casi todos sus trabajos y no me ha decepcionado hasta la fecha. Aquí se rodea, de nuevo, de Johnny Depp, actor al que ya había tenido bajo sus órdenes en la emotiva "¿A quién ama Gilbert Grape?". Aquí, Depp no cuenta con un papel tan protagonista, más bien todo lo contrario, pero el poco tiempo que aparece en pantalla se agradece aunque no es, de lejos, una de sus mejores actuaciones. El peso de gran parte de la película recae en una de mis tantas debilidades, la francesa Juliette Binoche, quién hace una actuación magnífica, la actriz está simplemente perfecta en su papel de Vianne Rocher, la chocolatera que transforma las vidas de los habitantes del pequeño pueblo de Lasquenet. Junto a ella aparece la jovencita Victoire Thivisol, quién fue todo un descubrimiento cuando con sólo 6 años interpretaba a una niña huérfana de madre en "Ponette". La dama de la actuación, Judi Dench, se vuelve a sacar de la manga una estupenda interpretación, así como alfred Molina, actor que pocas veces deja una mala actuación. El inquietante Peter Stormare y la canadiense Carrie-Ann Moss están correctos y la sueca Lena Olin, quién no me suele gustar, está pasable. La música compuesta por Rachel Portman es encantadora y se hace inconfundible. La forografía es realmente buena y la ambientación muy conseguida. Para mí, "Chocolat" es una película muy agradable y que te deja buen sabor de boca. Por último y como curiosidad, deciros que las manos que frecuentemente aparecen removiendo chocolate no pertenecen a Juliette Binoche sino a una doble. Curioso ¿verdad?