Esta versión del clásico de terror deja mucho que desear ya que a parte de no tener nada de terrorífica el director consigue que sea totalmente desagradable.
Lo único que cabe destacar de la película es la gran actuación del perro, el cual supera con creces la valentía y la inteligencia del resto de los personajes, quienes como mínimo, son absurdos.
Propongo que si hacen una segunda parte omitan a la familia americana y la sustituyan por la familia del perro, que seguro que aporta más inteligencia e intriga a la historia.

Ojalá que hubiesen dejado a Garfield donde estaba, en los comics. Es increible como es posible que permitan la producción de este tipo de películas de humor en las cuales este brilla por su ausencia.
Después de 70 minutos de bostezos y dos intentos de suicidio llego a la conclusión de que en esta película solo cabe destacar la actuación de un rottweiler el cual tienen claros síntomas de retraso mental ya que su guión se reduce a las palabras gatito y pantalones.
Resumiendo creo que no hace falta decir nada más de una película en la que el gran personaje humorísticamente hablando es un perro retrasado.
No la veáis a no ser que esteis deprimidos porque asi descubriréis que hay gente peor que vosotros en el mundo, el director.