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Críticas de Josito Cro Mag
Críticas 1
Críticas ordenadas por utilidad
9
18 de octubre de 2013
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ah, Italia... Berlusconi y la mafia, el codazo de Tassotti, los piropos más degradantes y las explotaciones cinematográficas más indecentes. Sin ánimo de resultar pedante, hay una expresión muy italiana, fare finta, que explica muy bien la manera italiana de hacer las cosas: aplicado a lo que aquí nos ocupa, no es difícil entender por qué la exploit italiana no es otra cosa que simulación, burla, cuando no directamente plagio. No fueron pocos los directores que transitaron con liquidez géneros como el spaghetti western, el giallo o el poliziesco, y todos los aquí reunidos podríamos recitar sus nombres casi de memoria, como la alineación del Milán de los holandeses: Fulci, Castellari, Martino, Sollima, Di Leo, Tessari, Valerii, Lizzani... y Umberto Lenzi, hoy un venerable octogenario retirado en la Toscana que se resiste a ponerse gafas 3D para ir al cine. Y es que de todos los registas anteriormente enumerados, Lenzi será el irresponsable de llevar el poliziesco al extremo, en películas de una violencia considerable como esta que nos ocupa.

Por contextualizar, hay que enmarcar al poliziesco en un entorno político y social de confrontación absoluta, la Italia de la los 70s, los denominados "años de plomo", una década marcada por el activismo de extrema izquierda y extrema derecha (en un contexto similar, poco después, triunfará en España el llamado "cine kinki" de toretes y vaquillas). En lo cinematográfico, hablamos de un género que abreva por igual del giallo mas truculento que de la saga "Harry" de Don Siegel, y que funcionaría bastante bien en taquilla durante toda una década; ahí reside la condición de exploit del subgénero bautizado como eurocrimen: la insolente apropiación de un producto de éxito (títulos como “Serpico”, “Tarde de perros” o “Contra el imperio de la droga”) por parte de directores del viejo continente de extracción tan heterogénea como José Antonio de la Loma, Yves Boisset, Leon Klimovsky, Juan Bosch, Jacques Deray o Henri Verneuil… "Milán odia: la policía no puede disparar" ("Milano odia: la polizia no puo sparare" AKA "Almost human") es, sin duda, el mejor poliziesco nunca filmado. Cinta de culto escrita por Ernesto Gastaldi (guionista de cabecera de Sergio Martino: "Torso", "La perversa señora Wardh", "Todos los colores de la oscuridad"), la estructura del film responde a la del poliziesco clásico: un delincuente de poca monta (el sádico Giulio Sacchi, el cubano Tomas Milian), enfrentado a un policía íntegro (el comisario Grandi, el norteamericano Henry Silva). A partir de ahí se pueden imaginar lo que se nos viene encima: un secuestro chapucero, persecuciones de coches en descampados, sexo no consentido, zooms a tutiplén... y una BSO sensacional de Morricone, quien ese mismo año también le pondría soundtrack -soberbio, por cierto- a la calentorra "Spasmo".

Brillantísima la interpretación de Milian, aquí en su papel habitual de low-lifer macarra y subnormal: resulta muy creíble la arbitrariedad de sus humillaciones, la irracionalidad de su violencia, papeles -los de rata callejera sin oficio ni beneficio- que Milian siempre hacía suyos. Es quizá el retrato de la progresiva degeneración de Sacchi lo mejor de una película que demuestra que Lenzi no está tan lejos de Fulci; porque mira que ha hecho películas Lenzi, sí, pocas buenas, algunas aceptables, la mayoría execrables (si pensaban que no se podía ir más allá en esto del cinismo bis tras "La invasión de los zombies atómicos" o "La guerra del hierro” es porque no han visto "Pesadilla en la playa"), pero su incursión en el poliziesco es, como poco, notable. Te podrá gustar o no, pero la rentabilidad de los productos de Lenzi está fuera de toda duda; para Umberto, como para Enzo o Lucio, hacer cine era como despachar pan: un negocio, y un negocio bastante divertido. De hecho, un par de años después, Lenzi volvería a rodar otra película notable, "Roma a mano armada" (1976), con el malogrado Maurizio Merli y de nuevo Milian en los papeles principales. Sería poco después, bien rapiñeado el género –el formato no daba más de sí, con títulos situados en diferentes ciudades, cual franquicia: Roma, Nápoles o Turín, esta última protagonizada por Bud Spencer y ambientada por el siempre perturbador Nicola di Bari-, cuando Lenzi se haría célebre con las polémicas cintas sobre caníbales que todos conocemos.

No editada en DVD en España, "Milán odia" se puede encontrar fácilmente en formato físico a través de Amazon UK a un precio razonable (publicada por Shameless, con audio en inglés e italiano y subtítulos en inglés).
Josito Cro Mag
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