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Críticas de McYebra
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Críticas 20
Críticas ordenadas por utilidad
9
21 de noviembre de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando coinciden en la misma época una clase política ajena a los problemas de los ciudadanos de a pie, que gobierna únicamente para mantenerse en el poder y comprometida con las grandes corporaciones, la banca y los empresarios con un periodismo sometido a esos mismos intereses, empresas y motivaciones económicas e ideológicas, como le ocurre a España actualmente, se entra en una situación de la que es muy difícil salir. Ni los periodistas informan ni el gobierno escucha al pueblo. Terrible.

Sin embargo, si esa misma clase política tiene enfrente a unos periodistas comprometidos, que asumen su rol de interlocución entre el poder gobernante y la ciudadanía, entonces pueden darse casos como el famoso Watergate. El poder de la verdad derrotó a todo un Presidente del país más poderoso de la tierra, Estados Unidos. Fueron dos hombres, dos periodistas al borde del despido en ese momento, los que con una convicción admirable y poniendo incluso en riesgo sus vidas y por supuesto sus carreras, sacaron a la luz las corrupciones, tramas de espionaje y de financiación ilegal del Partido Republicano al que pertenecía Richard Nixon. Y tuvo que dimitir… sí, sí, en otras épocas y en otros países, los corruptos dimiten. En España se les dice más bien “¿Dimitir? ¡Pringao! Trinca lo que puedas y aguanta…. si Dimitir es un nombre ruso…” Parece ciencia ficción que un político dimita en este bendito país.

Respecto a lo meramente cinematográfico, la película dirigida por Alan J. Pakula en 1976 basa todo su atractivo en una trama contada con el mínimo de recursos posible pero con una intensidad que sólo los grandes pueden imprimir a sus obras. Casi todo ocurre en las oficinas del Washington Post, donde unos impresionantes Dustin Hoffman y Robert Redford realizan un ‘tour de force’ interpretativo como los ha habido pocos.

La película engancha y el hecho de estar basada en un hecho real tan crucial en la historia de las democracias occidentales le añade un plus de interés, sin duda. Por cierto, no dejó de chocarme ver a los dos protagonistas buscarse la vida, investigando únicamente a través de llamadas telefónicas, apuntes en cuadernos, etc. etc… ¡Lo fácil que les hubiera resultado todo si hubiese existido internet!

Si no la habéis visto aún, no dejéis de hacerlo, sin duda es una de las grandes de la historia del cine.

Obtuvo 4 Oscars de 8 nominaciones, entre ellos el de mejor Guión Adaptado.
McYebra
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8
24 de diciembre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Humor al más puro estilo Woody Allen, con mucho sarcasmo, una pizca de ironía y un montón de mala leche, la película interconecta varias historias a través del mundo de la radio en su época dorada, principios de los años 40, en la que era la fuente principal de información y entretenimiento de los hogares estadounidenses.

Realmente tiene que gustarte el humor de Allen para disfrutar plenamente de la película. Yo particularmente he disfrutado mucho viéndola, llegando a la carcajada en algunos momentos.

Realmente muy buena.
McYebra
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9
3 de diciembre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jasmine, ¡pobre!, ha perdido toda su fortuna y ha tenido que irse a San Francisco, donde ha sido acogida por su humilde hermana. De entre estas dos hermanas adoptadas los genes buenos está claro que los tiene Jasmine, a la que su infiel marido trataba a cuerpo de reina y le ponía delante papeles que ella firmaba sin molestarse en leer. Ese marido que decía que tanto la quería es detenido por fraude fiscal y no sé cuántas cosas más, y la Dama de Nueva York se ve obligada a tener que vivir con lo puesto en un barrio obrero de una ciudad sin el glamour de la Gran Manzana.

Woody Allen deja al fin de rodar guías turísticas por Europa y regresa a lo que mejor sabe hacer, que no es otra cosa que contarnos historias repletas de personajes neuróticos y algo desequilibrados. El contraste entre el lujo de la vida anterior de Jasmine (una INMENSA Cate Blanchett) y su nueva situación en casa de su hermana, teniendo que soportar al macarra del novio de ésta, a sus hijos y a su jefe en un trabajo que no sabe hacer nos muestran a una persona totalmente desquiciada.

El nivel interpretativo de la cinta es brutal. Como he comentado sobresale Cate Blanchett pero no desmerecen para nada ni Bobby Cannavale ni Sally Hawkins, por poner dos ejemplos.

En Blue Jasmine no dejan de aparecer pinceladas cómicas y unos diálogos ingeniosos marca de la casa pero en este caso la balanza cae claramente del lado del drama. Muy por encima de la media de las últimas películas del director, nos devuelve a un Woody en plena forma a sus 78 años. ¿Cuántas grandes obras como ésta le quedan aún por hacer? Esperemos que muchas.

Por cierto, como apunte friki, fijaros bien en el actor que interpreta al ex-marido de Ginger, la hermana de Jasmine. Puede que os pase como a mí, que os tiréis media película pensando “¿Dónde he visto yo a este actor antes?”. Ya os digo que os va a sonar y mucho pero claro, protagonizó una película en 1990, una de culto para los que andamos ahora cerca de los 40. Lo confieso, yo ni sabía si seguía siendo actor o si seguía vivo siquiera…
McYebra
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7
28 de septiembre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Según IMDb, las anteriores películas escritas y dirigidas por Daniel Sánchez Arévalo han seguido la siguiente evolución en lo que a su pertenencia a un género cinematográfico se refiere:

AzulOscuroCasiNegro (2006) : DRAMA

Gordos (2009) : COMEDIA/DRAMA

Primos (2011) : COMEDIA

Del Drama a la Comedia. Curioso, porque en esta nueva obra del escritor y director madrileño pasamos del uno a la otra y de la otra al uno con increíble rapidez, y en ambos géneros se mueve con una soltura inusual en el cine patrio.

Es cierto que es una película en la que quizá cuesta entrar, puede que por una algo torpe presentación de personajes. Sin embargo, una vez pasada una escena que me provocó algo de vergüenza ajena, la película mejora y mucho. En cuanto a la proporción drama/comedia yo diría que claramente se decanta por ésta última. Tiene sus momentos tristes, sensibles y de lágrima fácil, pero que son necesarios para luego desvariar de la forma que lo hace. Sobre todo hay una escena brutal en la que, en serio, tuve que quitarme las gafas y enjuagarme las lágrimas, pero lágrimas de risa.

En cuanto al reparto, sinceramente he de decir que me ha sorprendido para bien el chaval protagonista, del que no tenía noticia, Patrick Criado, que al contrario de la gran mayoría de jóvenes actores españoles, éste sí que vocaliza correctamente, se le entiende lo que dice y lo hace muy bien. Además, actúa con una gran naturalidad.

Del resto, destacar al siempre solvente Antonio de la Torre, a una Verónica Echegui que parece encontrarse más cómoda en las partes menos cómicas. De hecho, no sé si soy yo pero me ha dado la impresión de que en algunas escenas lo hacía bien, mientras que en otras se la veía bastante forzada, poco creíble. Extraño. También me ha llamado la atención Sandra Martín, al parecer poco menos que debutante en el cine.

En cuanto a la película en sí, se trata principalmente de una cinta marca de la casa. Es decir, si te gustó Primos (a mí me encantó), te gustará La Gran Familia Española. Y si no te gustó demasiado o te cansan las comedias costumbristas típicas del cine español siempre tienes la excusa de querer volver a vivir aquél momento de catarsis colectiva ocurrido en el ya lejano verano de 2010 y volver sentir lo indescriptible viendo el gol de Iniesta en pantalla grande. A mí me emocionó (otra vez). ¡Grande Andrés!
McYebra
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7
17 de noviembre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tony Stark ES Robert Downey Jr. y viceversa. El actor neoyorquino ha conseguido mimetizarse, y de qué manera, con el alter ego de Iron Man. Sencillamente el papel le queda como un guante. Una de dos: o Robert Downey Jr. es tan vacilón, egocéntrico y chulito como Tony o…. bueno, no hay otra opción, TIENE QUE SERLO.

En cuanto a esta tercera entrega, aporta sus dosis de acción, suspense y efectos especiales habituales y en ese sentido nadie se sentirá defraudado. Otra cosa es que la historia sea menos creíble (que ya es decir) que en el caso de las otras dos entregas de la saga.

Eso sí, hay un enfoque curioso del villano de turno. ¿Hay dos, hay uno? Yo desde luego no me esperaba lo que ocurre con El Mandarín. No digo más.

Lo que sí me parece excesivo es el efecto que produce el virus Extremis a aquél que lo porta, porque no es que regenere tejidos como nos venden al principio de la película sino que convierte a los afectados en auténticas máquinas de matar, si bien es cierto que desde esa escena inicial hasta nuestros días han pasado supuestamente 12 años, pero es que es muy exagerado. Que se lo digan a Gwyneth Paltrow.

En definitiva, por encima de la media de las películas de superhéroes, muy bien hecha, espectacular, con los toque de humor habituales del personaje principal y con alguna que otra sorpresa en la historia. Recomendable.
McYebra
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