En mi opinión, la década de los 80 gestó el mejor cine acción. Asi fue, el políticamente incorrecto, donde buenos y malos fumaban en espacios abiertos y cerrados.Donde se mataba a granel sin concesiones. Antes que el efecto digital viniera a cargarse la verosimilitud y la violencia sucia.
Por entonces surgió el personaje/ icono John Rambo, a la par que la dualidad Sly versus Arnold.
Que ambos, con carreras cinematográficas casi paralelas, sujetaron el star system de la época.
Decidir entre ver una de Sly o el Chuache era como ir al Burguer King o al Mcdonalds. Y eso era bueno...

El problema ha sido que dejaron pasar demasiado tiempo entre una y otra.
Rambo ha envejecido, y aunque ya quisieramos muchos esa musculosa vejez de 60 castañas(por ponerle una edad al bicho), ahora es un hombre mucho mas vulnerable.
Sly, interviniendo el guión, construye la versión más minimalista posible de Rambo, prescindiendo de la totalidad del argumento, que lo limita a dos feroces pinceladas gore, llenas de poética, donde el personaje, el Señor de la guerra, descubre en su constante estupor que, después de tanto tiempo, nada ha cambiado, y entre medias se rebana a media infantería birmana a golpe de balazo de gran calibre.

John Rambo se ha convertido en una franquicia,en la que cada nueva secuela, será un intento fallido o no, de ejercicio de estilo.

Los que pintamos canas desde hace algunos años, tuvimos el privilegio de toparnos con los 80 en la mejor de las edades.Y los 80 trajeron posiblemente, las mejores cintas de acción de la historia del cine. Tal es mi osadía.
Nos encontramos, sin lugar a dudas, con un clásico instantáneo del género. Si hiciéramos una interpretación aséptica, alejándonos del fotograma, Depredador maneja los mismos resortes cinematográficos que Alien.El octavo pasajero.
Un ser extraterrestre,tremendamente peligroso, aparece, cuando menos te lo esperas, eliminando uno a uno, a un grupo humano, creando una atmósfera de tensión insoportable, todo envuelto en ajustadísimas bandas sonoras con entornos claustrofóbicos : una laberíntica y estrecha nave espacial, y una tupida y sofocante selva.
Sin embargo, Depredador escoge el camino del exceso( y ahí buena parte de su grandeza), de la hipérbole, de lo políticamente incorrecto, consiguiendo escenas antológicas.
La selva como un personaje más, los gadgets del alien, la sangre verde fosforescente...nunca el cine de acción fue tan exótico, para deleite de los acérrimos y encumbramiento de un Arnold en la cúspide de su carrera.

Lo mejor: Las frases lapidarias. Arnie en estado de gracia, poniendo toda la carne en el asador.
Lo peor: Absolutamente nada.

Insufrible bodrio, con aroma a de telefilm de sobremesa, donde un Kevin Costner que enterró hace años su carrera cinematográfica sigue una extraña senda de elecciones interpretativas cada vez más desacertadas...
Bueno, al lío: Argumento de una memez mayúscula, actores limitados por un guión infumable y por supuesto, una escasa capacidad interpretativa. El ritmo es para quedarte frito en los primeros 15 minutos y despertarse en el plano final de la película, que sería lo único que salvaría de la quema.Sin trama, sin tensión, sin sustos que no hayamos visto ya cien veces. Aqui lo realmente terrorífico es el cutis de Kevin Costner, que ya emepieza a tener una edad...
En mi opinión, este tipo de films le hacen más daño al género, actualmente en tan horas bajas...

Siendo sincero, cuando vi Watchmen, aparte de ser la adaptación de ,según decían, la mejor novela gráfica de todos los tiempos, no tenía ni idea de qué me iba a encontrar.
Intuía un cinta de súper-héroes(de héroes, es verdad, que no tienen poderes) "seria" y poco mas. Yo soy de los que flipé de niño con los Batman de Tim Burton y considero buenas las adaptaciones de los Spiderman, X-men , Hulk y los Batmans de Nolan.
Digamos que entiendo la dificultad de adaptar al cine tanto la novela como el cómic, así que prefiero rajar la peli independientemente del grado de fidelidad que mantenga con su origen.

También pienso que disfrutas mas las pelis de este tio(Zack Snyder) sabiendo poco o nada antes de ir a verlas. Y me explico. A una peli de heroes y villanos no le exijo más que dos cosas, acción y espectáculo. El jodido "sense of wonder" este tan americano. Luego, con que el argumento tenga cierta coherencia, los actores cumplan y los diálogos se ciñan a la trama, no le pido más. Eso si, exijo no aburrirme en 90 y pico minutos.

Bueno,pues para mi Watchmen cumple con lo dicho con creces. Tiene una estética impactante,un argumento profundo, personajes intensos y complejos y correctamente interpretados.(De acuerdo, a la mitad de los actores no los conoce ni el Tato pero no veo a De Niro en el casting para el papel del comediante, por ejemplo) Quizás le falten dosis de acción, o un final más rotundo y es verdad que decae al llegar a sus 3/4 partes. Pero en su conjunto es brillante. Por encima de la media. Y vuelvo a decir, no sé cuán cerca o lejos se queda de la novela gráfica, pero esto es cine, y esta es de superhéroes para adultos, y es cojonuda.

Pocos cineastas contemporáneos han mantenido a lo largo de su filmografía unas señas de identidad tan profundas y reconocibles como las de Quentin Tarantino.
Quentin ante todo, es un profesor de cine. Un vasto conocimiento del arte, unido al eterno respeto por sus predecesores, los grandes del género, sin renunciar a una creatividad furiosa y personalísima, lo convierten en uno de los mejores baluartes del cine actual, defendiéndolo a capa y espada de intromisiones tecnológicas o experimentaciones sujetas a presupuestos o momentos de crisis.

Asi que la llegada de una nueva cinta de Tarantino, nos hace tener grandes expectativas. Cada vez el listón está más alto. Sin embargo, Django no defrauda.

Otra obviedad es que Quentin siempre, siempre trabaja con muy buenos mimbres.
Nuevamente vuelve a rodearse de sus actores fetiches, y quizás la afirmación pueda parecer restarle méritos al reparto, algo que sería totalmente injusto, por que Christoph Waltz, Samuel L. Jackson, etc... son tremendos actores, capaces de ceñirse a los diálogos, que nuevamente, son el bisturí que el director utiliza para diseccionar una cruda realidad social de una época ya casi olvidada de la breve historia norteamericana.

El director construye nuevamente una historia de venganza, donde el héroe, esta vez negro, vuelve a descender a los infiernos con un Virgilio alemán, a través de la esclavitud en los ensangrentados campos de algodón, para matar al demonio blanco. Dicaprio solvente, cada vez con más tablas.

Tarantino se inspira y recurre a los clásicos, para solventar otra historia imposible. Y aunque con altibajos, la película cumple con creces, y eso a mi me parece muchísimo.


Lo mejor: Tarantino reinventa el violento y bello lance del tiroteo.
Lo peor: quizás un final un tanto artificiero.