Lo primero de todo: la química que hay entre Leonor Watling y Miguel Ángel Silvestre traspasa la pantalla. Gran acierto en la elección de los protagonistas y buen trabajo por su parte.

Estamos ante una película directa y se agradece. Desde el primer minuto te atrapa, y los personajes no te sueltan hasta el final. En cambio, el caso es más secundario (en mi opinión, a propósito). Lo interesante es la presentación de la protagonista, su posterior evolución y la relación que mantiene esta con el personaje de Silvestre.

No creo que sea una película que te deje frío o indiferente sino que, en aproximadamente hora y media, consigue llevarte a puntos opuestos y con bastante credibilidad. El guión justifica con acierto sucesos que, igual con menos cuidado, hubieran resultado demasiado exagerados.

Hay un criminal, hay jueces y hay testigos, pero no estamos ante un thriller al uso. De hecho diría casi que no es un thriller, sino que lo toma como excusa para contarnos la historia de Eva, que (creo) es la verdadera intención de Mariano Barroso. La prueba es que no estamos ante un caso enrevesado con grandes giros de guión, sino que los que hay (salvo alguna sorpresa) son previsibles. Si no tienes claro este punto o esperas un thriller, no vas a entender la película. Sabido esto, la recomiendo sin duda.

Una película que dura 2h 40min. y te tiene en tensión, atento y sin cansancio, es que es buena. Hay que partir de la base que Nolan es Dios (ya lo había demostrado) y que la película es muy buena. Pero ahora hay que pedirle más o, al menos, lo mismo. Y esta vez, no termina de llegar a ese nivel.

Es inevitable la comparación con The Dark Knight, y uno de los problemas de Rises es que el guión es peor. Deja la sensación que se han contado menos cosas en más metraje, fomenta menos crítica/reflexión inteligente en el espectador, personajes que no funcionan (Joker VS. Bane: las comparaciones son odiosas) y algún giro que en cierto modo se ve venir.

Bane no da la talla y Miranda Tate tampoco. No es un problema de los actores (especialmente preocupante desperdiciar a Marion Cotillard) es que los personajes no funcionan. Bane no tiene ningún carisma y todo el miedo que transmitía, desaparece a mitad de metraje quedando en nada. Las tramas de Tate, sobre todo al principio, metidas con calzador y sin ningún interés. Pero también hay gratas sorpresas: Selina Kyle nos calla la boca a los que dudamos de Anne Hathaway, que no convencía en las promos. Se come la pantalla a pesar de no ser central en la trama. También está bien Joseph Gordon-Levitt.

Respecto al guión, hay que darle alguna que otra licencia no muy grave pero se agradecería que no fuese necesario (más que nada, porque ya ha demostrado en otras ocasiones que no le hace falta). Además, Nolan tiene la molesta manía de destacar 2-3 veces una idea, en principio irrelevante, pero que recalca tanto que te quita la sorpresa y anticipas lo que va a pasar.

En conclusión, un muy buen final a la trilogía, que te mantiene en tensión toda la película (aunque sobren minutos). Sus mayores lastres son un enemigo sin carisma y un guión algo más pobre.

El principal problema de la película es que su espectacular trailer pone las expectativas por las nubes. Al final es solo un pasatiempo decente con buenos efectos especiales, pero del que te olvidas según sales del cine.

Me gusta valorar las películas en función del género y del objetivo, y esta lo cumple: entretener. Es cierto que deja la sensación que podía haberse aprovechado mejor, pero al menos cumple y en general no toma al espectador por tonto (muy habitual en películas del estilo). Se nota que quiere que su público objetivo sea muy amplio, lo que perjudica al nivel. Con un tono más adulto podría haber sido más interesante.

Respecto a los actores, bastante decepción con el personaje de Charlize Theron. No es tanto por la actriz (aunque está más sobreactuada de lo que requería el papel), sino por el personaje en sí. Si quieres humanizar y que entendamos a la mala, al menos que sea un poco elaborado y que sus motivos no produzcan risa.

En cambio, hay que destacar el trabajo de Kristen Stewart, eternamente juzgada por el supuesto crimen de no ser una sonrisitas y porque está de moda criticar todo lo que tenga que ver con Crepúsculo. Está más guapa que nunca y en el tono justo que requiere el papel, más oscura que otras Blancanieves y a la vez transmitiendo la fragilidad e inocencia necesaria que diferencia la belleza de Ravenna de la suya. Además, tiene buena química con Hemsworth, que hace lo que puede, pero el personaje interesa poco.

Película injustamente tratada y con todo tipo de problemas por ser "demasiado gay". Ni con dos estrellas de la talla de Jim Carrey e Ewan McGregor, se pudo evitar esto. Increíble la hipocresía y la homofobia que hay todavía. Si Phillip Morris hubiese sido una mujer, nada hubiese sucedido.

Ya respecto a la película en sí, buen entretenimiento pero también con un punto interesante y una historia curiosa de ver. Mezcla varios géneros y no es ninguno a la vez, pero entiendo que es bastante acertado para reflejar el comportamiento y las motivaciones de su protagonista, sobre todo respecto al amor.

Pero lo que más me llama la atención, es su tono de comedia atípica, que a la vez llega a ser bastante dramático en varios momentos. La pareja está muy estereotipada y exagerada, parece hasta freak. Pero a la vez, consiguen que te los termines creyendo, que resulten entrañables y, cuando te das cuenta, en la segunda mitad de la película sientes todo lo que les pasa. Una parte de esto, es gracias a los actores: Jim Carrey está bien, incluso comedido para ser él. Pero el que de verdad está inmenso es Ewan McGregor, sencillamente lo borda.

En conclusión: una historia curiosa, divertida y con un humor original.

Nunca escribo críticas pero me siento en la obligación para evitar la indignación, aunque sea a una sola persona, ante el engaño al que llevan las notas de la página y las críticas: hacía años que no veía castaña semejante. Siempre me han gustado las películas lentas pero esto no es lento, está parado directamente.

No hay historia, no hay buenos diálogos y no hay personajes interesantes o, más bien, ni los conoces. El supuesto interés de la "cotidianidad" es tedioso hasta la médula. Consiste en: tomar té, tomar alcohol o plantar algo, a lo largo de 2 horas en el que el único sentimiento que vives es el de querer matar a la histérica de la película (cosa que agradeces, es la única que te despierta de la muerte en vida).

Por decir algo medio bueno, me quedaría con el trabajo de los actores y con la escena final (si consigues llegar). Pero, de verdad, no merece la pena.