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Críticas de Ingelheim
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Críticas 22
Críticas ordenadas por utilidad
9
15 de diciembre de 2016
296 de 379 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de salir del cine y he de admitir que hacía tiempo que no disfrutaba así. Cuando en 2012 se anunció que Disney había comprado Lucasfilms, muchos de nosotros, fans acérrimos de Star Wars desde críos, nos asustamos y tomamos la noticia con cierto recelo. El Despertar de la Fuerza recuperó mi confianza en ellos, parcialmente. Es cierto que era demasiado similar al Episodio IV, tenía bastantes momentos infantiles y otros momentos/decisiones realmente forzados, pero era una buena película, recuperaba la magia perdida en la precuelas de George Lucas, y mostraba un futuro esperanzador para la saga.

Pues bien, Rogue One es superior a ésta en absolutamente todos sus aspectos. El propio concepto de estas películas (spin-offs que extiendan universo Star Wars, y que puedan alejarse tanto en forma como en contenido de la saga principal) es la que hace que esto sea así. Rogue One es una película de guerra. De espías (especialmente en su fotografía, de Greig Fraser, que entre otros, fue el director de fotografía de la impresionante Zero Dark Thirty). Pero ambientada en una galaxia muy, muy lejana. Se mete en zonas moralmente mucho más grises o directamente oscuras de lo que hacían las originales, excepto, quizás, El Imperio Contraataca (de ahí las numerosas comparaciones que leeréis entre Rogue One y el Episodio V), no se corta a la hora de mostrar violencia o escenas de acción que recuerdan a los mejores films de la Segunda Guerra Mundial (la batalla en la playa, y esto no es spoiler, viene en los trailers...es una absoluta maravilla), y plasma de forma asombrosa qué es el Imperio Galáctico, como ocupa la galaxia subyugando a sus pueblos (George Lucas simepre admitió que basó el Imperio en la Alemania nazi, y aquí se demuestra por qué) y hasta dónde tienen que llegar los Rebeldes para salvar la galaxia.

Los personajes, especialmente los protagonistas Jyn Erso y Cassian Andor (interpretados por Felicity Jones y Diego Luna, soberbios ambos) son complejos, tienen problemas, traumas, cometen errores...son realmente humanos, y Gareth Edwards sabe mostrárnoslo. K-2SO (extraordinario Alan Tudyk), el robot, es sarcástico y divertido, lleva sobre sus hombros todo el humor que veréis en Rogue One (que no es poco, pero si es más adulto que en las precuelas o en el Episodio VII). El resto del grupo también tiene su tiempo en pantalla, y el guión consigue que los personajes respiren, y que nos importen. Ben Mendelsohn compone en su Orson Krennic un excelente villano, realmente te causa repugnancia y odio, y sobre las apariciones de Darth Vader...solo diré que son la mejor parte de la película. Sobretodo la última. Sudores fríos, chicos. Sudores fríos. Por algo es uno de los mejores villanos de la historia (sino el mejor).

Lo mejor de Rogue One, sin duda, es hasta dónde se atreve a llegar. Y es aquí dónde reside su valor. No solo es una excelente película, con el mejor CGI nunca visto en Star Wars (aunque también tenga sus fallos, como puede ser la banda sonora, que no será del gusto de todos, o ciertas escenas del personaje de Donnie Yen), sino que Rogue One cambia para siempre el concepto de la saga. Ahora sí estoy esperando el spin-off de Han Solo. Y todos sabemos que el de Obi-Wan estará al caer.

Especial atención, repito, a sus escenas de acción. Maravillosas. Esa batalla espacial... Y también mencionar la actuación de Felicity Jones. Ha convertido a Jyn en una heroína que quedará para los restos.

Enhorabuena a todos los fans de Star Wars, y también a los que no lo sean. Rogue One es una excelente película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ingelheim
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10
16 de febrero de 2014
121 de 134 usuarios han encontrado esta crítica útil
En los primeros 20 minutos del primer episodio ya se nos ha entregado una pieza única en la historia de la televisión. Ese diálogo entre Rust y Marty, ese diálago sobre la naturaleza humana. Rust es pesimista; opina que el ser humano, nuestra conciencia, es un fallo de la evolución. Un repaso a Nietzsche, Turguénev, Camus, Schopenhauer. En apenas 4 minutos se definen nuestros personajes. Oscuros.

Marty es más tradicional. Cristiano, con mujer y dos hijas, adorables, de revista. Le pide que cierre la boca. Que no hable de esas cosas. Le asusta. Que cuando esa noche vaya a cenar a casa, no abra la boca.

Todo esto, después de haber presenciado un cadáver asesinado de forma brutal, sin compasión. Una prostituta torturada, desnuda, atada a un arbol, y con una corona de cuernos de ciervo clavada en su cabeza. Rodeada de signos satánicos. Rust lo deduce enseguida; Marty, no está tan seguro.

HBO sigue entregándonos obras maestras de la televisión. Esa consciente oscuridad, que es signo de la cadena, alcanza aquí sus cotas más altas. Con una doble narración (2012 y 1995, cuando sucede el crimen), HBO nos presenta su premisa en apenas unas pinceladas: dos detectives, completamente distintos, son obligados a recordar un caso ocurrido 17 años atrás. Algo pasa en el presente, relacionado con el pasado.

Matthew McConaughey y Woody Harrelson están soberbios; son tan buenos que sabes que los vas a echar de menos (cada temporada, la pareja de detectives será una completamente nueva).

Nihilismo, negación, oscuridad. True Detective.
Ingelheim
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7
26 de noviembre de 2013
83 de 111 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si bien mucha gente opinará (y con razón, ojo) que Los Juegos del Hambre no es 1984, Fahrenheit 451 o Un Mundo Feliz, los tres referentes de literatura distópica por excelencia, se trata de una serie de calidad, un soplo de aire fresco para las novelas para jóvenes, y no tan jóvenes, tras basuras literarias como Crepúsculo, y una década dominada por Harry Potter. Y lo consigue.

En Llamas, unánimemente considerado como el mejor libro de los tres que Suzanne Collins escribió, es aquí adaptado de forma excelente y literal por Francis Lawrence, que suple todos los fallos que tuvo la dirección de Gary Ross en Los Juegos del Hambre (cámara en mano, nulo desarrollo de personajes...). La otra Lawrence, Jennifer, última ganadora del Oscar a la Mejor Actriz por su papel en Silver Linnings Playbook con 22 años, se hace dueña y señora de la función desde el primer minuto, realizando una extraordinaria interpretación como Katniss Everdeen, cargada de fuerza.
Imaginaos a Kristen Stewart en su lugar, y veréis el porqué.

Rodeada de un enorme elenco de secundarios, tanto veteranos consagrados como el siempre excelente Philip Seymour Hoffman, Stanley Tucci, Woody Harrelson (que lleva unos añitos en muy buena forma), Elizabeth Banks, y un enorme Donald Sutherland, como de actores jóvenes. Si Josh Hutcherson (que sigue empeñado en ser el perfecto Peeta) era el foco y la revelación en la primera entrega, aquí Sam Claflin como Finnick y una terriblemente sensual Jena Malone como Johanna llenan las pantallas con su carisma, su gancho, y por qué no decirlo, su innegable atractivo físico. Incluso Liam Hemsworth, que no es santo de mi devoción, se muestra aquí resuelto, con una poderosa escena final.

Sí, es cierto, los libros son para jóvenes. Pero en el cine, al menos, las cosas se pueden hacer de muchas formas diferentes. Y en los tiempos que corren, En Llamas es una película que transciende su origen, mucho mejor que lo que cabría esperar tras la primera entrega. Recomiendo verla totalmente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ingelheim
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9
22 de septiembre de 2022
72 de 94 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya hace 6 años (como pasa el tiempo) escribí una crítica sobre Rogue One en esta misma web que siempre se ha mantenido como una de las que mayor valoración conseguí. Rogue One ocupa y ocupará siempre un lugar especial en mi corazón. No sólo porque se trata de una excelente película por sí misma, sino porque si algo valoro en este arte maravilloso que es el cine, es el atrevimiento. Star Wars no es el campo más fácil para atreverse a innovar en el cine. Y Andor, al igual que Rogue One, se atreve y más. Por eso es tan importante.

Star Wars es un mundo infinitamente más complejo de lo que el espectador medio pueda imaginar. No solo por la longevidad de la serie (vamos camino del medio siglo desde Una Nueva Esperanza), sino por la increíble cantidad de material que ha sido creado a lo largo de su existencia (aparte de la serie de películas principales), ya sean cómics, videojuegos, libros, series...y en la mayoría de ellos, como es normal, nos hemos centrado siempre en los Jedi/Sith y la Fuerza. Por eso una película como Rogue One fue tan refrescante. Porque nos llevaba detrás de los héroes, y nos enseñaba cómo luchaban sus propias guerras aquellos personajes que ni eran especiales, ni tenían poderes, ni pertenecían a un linaje legendario. No, ellos eran como seríamos nosotros, ciudadanos normales que viven en una galaxia muy, muy lejana. Y Rogue One les daba vida de manera excepcional.

Andor, que está dirigida y escrita por Tony Gilroy, que se encargó de los reshoots por los que pasó Rogue One, trata precisamente de los mismos temas que aquella, con la misma ambientación y contexto, pero ampliados. Nos encontramos a ras de suelo, siendo testigos de la vida de un ciudadano más del Imperio, llamado Cassian, el cuál está harto de una vida de sumisión a la tiranía y el mal, y decide levantarse contra ello. A su vez, vemos la sociedad a su alrededor, la política, el funcionamiento del día a día de oprimidos y opresores, de rebeldes e imperiales. La historia, los personajes, el tono, la banda sonora, la fotografía y la dirección son extraordinarios, como lo eran en RO, son adultos, serios, hechos por profesionales, se nota que hay un cuidado detrás inmenso, que se han hecho con cariño y mucho pensamiento. Cada frame está pensado al detalle, cada set de rodaje está construido perfectamente, cada movimiento de cámara está planeado al milímetro.

De momento sólo hemos podido ver los primeros 3 episodios, pero Andor tiene todos los ingredientes para ser un producto imprescindible en este mundo de Star Wars, tan proclive a poder caer en la mediocridad. Andor es todo lo contrario, es una serie con carácter y personalidad, que representa todo a lo que Disney debería apuntar con Star Wars. Es una serie para adultos, con personajes complejos. Como la vida misma.
Ingelheim
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8
25 de mayo de 2014
46 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bryan Singer es un director con altibajos, capaz de sorprenderte con maravillas como The Usual Suspects o con bazofias del calibre de Jack el Cazagigantes. Pero en el género de superhéroes (salvo contadas excepciones), es el mejor, con permiso de Nolan.

X-Men: Días del futuro pasado es una vuelta a sus orígenes. Con la consciente profundidad que ya utilizó en su notable X2, Singer vuelve a demostrar que los X-Men son suyos. En 2011 Matthew Vaughn nos sorprendía con X-Men: Primera Generación, la cual era un soplo de aire fresco tras la mediocre X-Men 3. Si en aquella película Michael Fassbender demostraba al mundo por qué es uno de los mejores actores del planeta con su brillante Magneto, aquí es James McAvoy como Charles/Profesor X, quien se adueña de la función, dando un recital en un género poco propicio para ello. Ambos vuelven a demostrar aquí la enorme química que ya tenían en la anterior entrega. Los dos están sobresalientes con unos personajes perfectamente construidos.

La premisa, que juega con la doble narración tanto en el futuro como en 1973, funciona de forma excelente esta ocasión. En especial destacaría los últimos 20 minutos de metraje, en los que Singer demuestra un alarde técnico intercalando ambas líneas narrativas a la perfección, sin ningún tipo de fisuras. Chapó. El guión no falla en ningún momento, lo que en mi opinión es la clave de la película.

Para las típicas preguntas...tanto Patrick Stewart como Sir Ian McKellen están soberbios, como siempre. Hugh Jackman nos enseña su mejor Lobezno, en una película en la que de verdad puede demostrar todos los matices que quiere dar a su personaje. Jennifer Lawrence, Mística, de la que no negaré ser un enorme fan y admirador, se adueña de la pantalla en cada una de las escenas en las que toma parte. Especial atención a sus peleas acrobáticas...todo un regalo para la vista del espectador (masculino, mayoritariamente). Peter Dinklage, el brutal Tyrion en Juego de Tronos, también da todo lo que sabe (que es mucho) detrás de la cámara como Bolivar Trask, el principal antagonista. El resto de aspectos técnicos, desde banda sonora hasta los efectos especiales, más que correctos, aunque no negaré que la maravillosa banda sonora de First Class se echa de menos (y más aún el tema de Magneto).

En definitiva, X-Men: Días del futuro pasado es de lo mejor a lo que uno como espectador puede esperar del género de superhéroes. Muy recomendada. En spoiler pongo algunos detalles que quiero comentar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ingelheim
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