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España España · Salamanca
Voto de La Maga:
8
Drama En noviembre de 1959, Truman Capote lee una crónica del New York Times que relata el sangriento asesinato de los cuatro miembros de la familia Clutter en su granja de Kansas. Aunque sucesos similares aparecen en la prensa todos los días, hay algo que llama la atención del escritor y quiere utilizarlo para demostrar una teoría: en manos de un escritor adecuado, la realidad puede ser tan apasionante como la ficción. Consigue que el The ... [+]
24 de diciembre de 2006
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Capote es una nueva muestra de la última fiebre de Hollywood por adentrarse en la vida de los famosos. A falta de mejores historias, y a pesar de tener que asumir los irregulares resultados del subgénero, bienvenidas sean si se parecen al debut de Bennet Miller. Procedente del mundo de la publicidad, el único trabajo en su haber es el documental The cruise (1998), que pasó de ser estrenado en una sola sala de EE.UU a conseguir reconocimientos y premios en el Festival de Berlín.

Quizás el único director capaz de acercarse a las entrañas de A sangre fría - obra que inició un nuevo modelo de novela-reportaje o novela-documento, precedente del nuevo periodismo - haya sido Richard Brooks en1967. La buena voluntad hecha hombre, representante de esa imagen sentimental y simplista que solemos tener del intelectual norteamericano liberal, antepuso la belleza y la atmósfera a cualquier referencia intencional o argumental. La mirada de Brooks a los criminales era y sigue siendo moralmente irreprochable, y rechazaba las facilidades para atacar la pena de muerte.

Pero en esta ocasión no se trata de una adaptación literaria. La trama de Capote resulta ser la disección de la personalidad de un genio a lo largo del proceso de creación de su obra magna, de la responsabilidad moral del artista en su búsqueda de la verdad. Bennet Miller se apoya en la biografía de Gerald Clarke, el guión y la dirección de actores para mostrar, sin estridencias, el proceso que lleva al personaje a devorar al escritor. Capote es un largo primer plano de Philip Seymour Hoffman (muy bien secundado por Catherine Keener y Chris Cooper). Favorito indiscutible para el Oscar, consigue mostrar, voz nasal y amaneramientos incluidos, su ambiguo código de conducta, entre lo sórdido y lo poético, la pulsión que le empujó a las adicciones, y su ególatra capacidad de seducción, rebosante de sensualidad sureña. Ejercicio metalingüístico de indudable calado, pues, que apasionará a los literatos, y que por todos los medios deberían presenciar en directo (versión original), no vaya a ser que se queden con la simple caricatura.
La Maga
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