En esta película se confunde todo, la sensibilidad con la sensiblería, lo sencillo con lo simple, lo ligero con lo superficial, lo natural con lo primitivo, la humildad con el conformismo, lo ingenuo con lo infantil y fantasioso. Es tan light que aburre terriblemente y en realidad no te dice nada. La película viene a decir lo siguiente:
- Si es Vd. un yuppie rico estresado vayase a su casa de campo, reformela, contrate un jardinero muy simple y básico, pero sin problemas y feliz. Por supuesto deje atrás su trabajo, su familia, su mujer e hijos, sus amigos y dediquese todo el día a pintar cuadros mediocres y a tener conversaciones muy muy elementales con su jardinero. Claro que estar siempre con un jardinero solos en el campo................................no sé, no sé.
- A los demás siempre les quedará la posibilidad de pasar el día en el campo hablando con los pajaritos.
Tuve que quitar la película porque tenía la sensación de que se estaban quedando conmigo. Es que algunos directores franceses creen que con unas conversaciones elementales y pretenciosas se puede hacer una película existencialista. ¡ Y eso en el país de Jean-Paul Sartre y otros!