Richard Gere camina con armadura como si fiera un gigoló de trasero bamboleante con una toalla anudada a la cintura. Mucho presupuesto en ambientación, vestuario y demás y muy poco talento para defender esta historia sabida, mil veces revisada y pocas veces tan mal explicada. No sé que pinta Sean Connery en medio del reparto. Le debieron vender bien la moto.