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Voto de ChuckyGoo:
129.357
Musical. Drama. Romance
Ambientada en el París bohemio de 1900. Satine, la estrella más rutilante del Moulin Rouge, encandila a toda la ciudad con sus bailes llenos de sensualidad y su enorme belleza. Atrapada entre el amor de dos hombres, un joven escritor y un duque, lucha por hacer realidad su sueño de convertirse en actriz. Pero, en un mundo en el que todo vale, excepto enamorarse, nada es fácil. (FILMAFFINITY)
3 de septiembre de 2008
18 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podemos estar ante el mejor musical de todos los tiempos. Innovador y sobre todo, muy personal "Moulin Rouge" no dejará indiferente a nadie. Mezcla el Paris bohemio de 1900 con hits poperas de los 90 consiguiendo una película desenfadada y dramática al mismo tiempo.
Cualquier crítica que se le haga a la película se queda pequeña, pues nada será parecido a la arrolladora experiencia audiovisual a la que te somete su visionado. Me fascina la capacidad con la que se pasa de la comedia más absurda al más profundo drama (característica que le ha valido a Moulin Rouge la etiqueta de película controvertida, ya que muchos salen escardados por la esperpéntica puesta en escena, su arrebatador ritmo y algún que otro personaje de lo más excéntrico).
Quizá el aspecto más brillante de la cinta (si dejamos a un lado la sublime fotografía, puesta en escena banda sonora, factura técnica) sean sus dos protagonistas. Nunca vi a Nicole Kidman y Ewan McGregor más entregados que en esta cinta. Nicole, Ewan y sobre todos sus portentosas voces son el alma de Moulin Rouge, ellos hacen creíble la historia de amor en medio de toda la vorágine.
Será porque el lenguaje musical se escucha a otro nivel que los diálogos, las canciones de Moulin Rouge calan hondo en el espectador, cuando Nicole y Ewan canta la cinta alcanza la condición de obra maestra, consiguiendo que en Moulin Rouge se encuentren los mejores momentos de la historia el cine moderno.
Las letras de las canciones emocionan y lo que sería una cursilada si se dijiese hablado, queda perfecto cuando se canta. La realización de los números musicales consiguen poner la carne de gallina en los numerosos momentos cumbres que tiene el film. Una fiesta para los ojos y el oído pues la banda sonora es una absoluta gozada.
Moulin Rouge es una obra maestra, una película sin precedentes, para amantes del musical, la bohemia parisina y sobre todo el amor. Una sublime modernez que pronto se convierte en un clásico.
Lo mejor: Tiene matricula de honor en todos sus apartados.
Lo peor: No disfrutarla con el volumen a tope.
Cualquier crítica que se le haga a la película se queda pequeña, pues nada será parecido a la arrolladora experiencia audiovisual a la que te somete su visionado. Me fascina la capacidad con la que se pasa de la comedia más absurda al más profundo drama (característica que le ha valido a Moulin Rouge la etiqueta de película controvertida, ya que muchos salen escardados por la esperpéntica puesta en escena, su arrebatador ritmo y algún que otro personaje de lo más excéntrico).
Quizá el aspecto más brillante de la cinta (si dejamos a un lado la sublime fotografía, puesta en escena banda sonora, factura técnica) sean sus dos protagonistas. Nunca vi a Nicole Kidman y Ewan McGregor más entregados que en esta cinta. Nicole, Ewan y sobre todos sus portentosas voces son el alma de Moulin Rouge, ellos hacen creíble la historia de amor en medio de toda la vorágine.
Será porque el lenguaje musical se escucha a otro nivel que los diálogos, las canciones de Moulin Rouge calan hondo en el espectador, cuando Nicole y Ewan canta la cinta alcanza la condición de obra maestra, consiguiendo que en Moulin Rouge se encuentren los mejores momentos de la historia el cine moderno.
Las letras de las canciones emocionan y lo que sería una cursilada si se dijiese hablado, queda perfecto cuando se canta. La realización de los números musicales consiguen poner la carne de gallina en los numerosos momentos cumbres que tiene el film. Una fiesta para los ojos y el oído pues la banda sonora es una absoluta gozada.
Moulin Rouge es una obra maestra, una película sin precedentes, para amantes del musical, la bohemia parisina y sobre todo el amor. Una sublime modernez que pronto se convierte en un clásico.
Lo mejor: Tiene matricula de honor en todos sus apartados.
Lo peor: No disfrutarla con el volumen a tope.
