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España España · Elche
Voto de Rostov:
10
Acción. Drama Las autoridades y los personajes más importantes de San Francisco se encuentran en la fiesta de inauguración de un nuevo rascacielos de 138 plantas. Mientras los invitados disfrutan de la fiesta, que se celebra en el último piso del edificio, un suceso fortuito desencadena la tragedia: un cortocircuito en un cuarto trastero del piso 81 provoca un incendio que comienza a expandirse a gran velocidad. (FILMAFFINITY)
5 de septiembre de 2007
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segunda película del género de catástrofes del productor Irwin Allen, que con su anterior éxito "LA AVENTURA DEL POSEIDÓN" (1972) logró con esta gran superproducción de 14 millones de dólares de presupuesto, y el consiguiente respaldo financiero de dos grandes productoras cinematográficas como la Twentieth Century Fox y Warner Bros, consolidarse como el artífice máximo de cine de catástrofes a lo largo de la década de los años 70, consiguiendo otro gran éxito de crítica y público.

Allen volvió a reunir de nuevo a todo su equipo técnico de su anterior película, para crear este macro espectáculo de viejas glorias consagradas y nuevos talentos de actores del Hollywood de aquellos tiempos, y basándose en las novelas "LA TORRE" de Richard Martin Stern y "EL INFIERNO DE CRISTAL" de Thomas N. Scortia y Frank M. Robinson se elaboró habilmente un guión escrito por Stirling Sillphant.

En el reparto cabe destacar la presencia de dos grandes actores del Star System de Hollywood como Paul Newman y el siempre polémico y arriesgado Steve McQueen en los papeles principales.

Ambos actores rivalizaron tanto en la ficción como en la vida real, con el fin de obtener mayor protagonismo dentro del film, de hecho McQueen exigió que el personaje que el interpretaba, se añadiera más diálogos para evitar así quedar en un plano secundario.

La producción requirió la construcción de un buen número de decorados, que fueron posteriormente destruidos mediante el uso del fuego, en las brillantes y extraordinarias secuencias de acción filmadas por la unidad dirigida por Allen, quien siempre estuvo preocupado por dar verosimilitud y seguridad de todos los actores que trabajaron en el filme, evitando con ello, que estos sufrieran algun tipo de percance serio con el uso del fuego.

También se recurrió al uso de maquetas detalladas y elaboradas del edificio entre otros elementos y de unos extraordinarios efectos especiales obra de L.B. Abbott, A.D. Flowers y Douglas Trumbull (este último sin acreditar en los títulos), lo cual requirió también hacer uso de un buen número de especialistas para filmar las arriesgadas escenas pirotécnicas.

También cabe destacar la siempre eficaz labor musical de John Williams, que en esta ocasión y junto con la fotografía de Fred J. Koenekamp y Joseph Biroc en las secuencias de acción, consiguieron con ello uno de sus mayores logros para una película que se decanta sobretodo por la díficil labor que desempenan los bomberos por sofocar los incendios en los grandes edificios, en concreto con esta pelicula que se dedicó al cuerpo de bomberos de la cuidad de San Francisco donde se rodó.

En pocas palabras, una película sumamente entretenida y espectácular.
Rostov
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