Película curiosa, que apela a las emociones más primarias con un velo de reflexión que oscila entre lo profundo y lo epidérmico. Brest no se termina de poner de acuerdo sobre si dirigir sus balas al plano anecdótico y jocoso, como puede ser la actitud de Pitt con la muerte dentro, o sus devaneos mentales.

"A veces no me encuentro cómodo entre las personas, siempre ocupado...y no parece que haya desarrollado...tengo que cumplir una función aquí que me ocupa mucho tiempo, y a veces me pregunto si no dejo margen para algo más". Una de las frases más significativas de una peli de silencios trabajados y humor muy conciente. Es el humor, y no tanto su mensaje existencialista, la columna vertebral de ¿Conoces..., porque es el que permite estirar a tres horas su visionado; tres horas que se vuelven demasiadas, puesto que lo que Brest pretende transmitir ya se alcanza pasando la primera hora. Impecable en sus aspectos técnicos, la peli funciona más como gusto nuevo que como manjar conmovedor, aún teniendo en cuenta que la historia es singular, pero no especialmente novedosa.

Dista de ser perfecta y encuentra su razón de ser paralelamente a sus escurridizos planteos filosóficos: algo que no puede pasar desapercibido, puesto que ese mismo algo chirría cuando salen los créditos. Cuando recordamos y nos preguntamos que fue lo que Conoces nos dejó realmente, el gusto de la duda, o el olfato de lo inmediato.