Emoción, a raudales. Eso sentía en el momento de cruzar la puerta del cine.
Sentía que podía volver a esos frikis 5 años, cuando soñaba con raptores por el caramelo que nos regaló Spielberg en el 93. Quería saborear de nuevo las escamas de los saurios.

Empieza la película, se va haciendo de rogar...
Media hora, y yo deseaba que no acabase nunca. Y ya no por que fuese o no buena, sino por el hecho de no estar satisfecho con lo que veía; me estaba costando admitir que "eso" fuese todo:

-La majestuosidad de los dinosaurios que creía recordar se había perdido en tanto modelado en 3D.
-Me habían cambiado al querido Dr. Grant por un Chris Pratt que maneja una capacidad de interpretación digna de Mario Casas.
-El guión... Espera, ¿qué guión? Inexistente. Vacío.
-Y el desarrollo, desesperante y aleatorio. "Hollywood" en estado puro. Los hechos se suceden con un azar que duele. Mucho ruido y pocas nueces.

Pero no toda la crítica es negativa (he de resaltar que esta negatividad me sale de la decepción, no de un criterio estándar).
También ha tenido sus grandes aciertos, sin duda alguna.
-La banda sonora, fiel a sus orígenes. Esa que te pone la piel de gallina solo con escuchar las cuatro primeras notas.
-Muy visual. A pesar de haber criticado antes la falta de realismo de estos dinosaurios hechos por ordenador, la puesta en escena y el tratamiento de cámara han sido satisfactorios.
-Y sobre todo, los constantes guiños a la película original de la saga. Mi niño interior ha sonreído más de lo que esperaba.

En resumen, ni tan buena como me esperaba, ni tan mala como para merecer menos de un 7.
Merece totalmente la pena, pero no pongáis las expectativas demasiado altas, o podría defraudar al mayor de los fans.