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Voto de Juan Ignacio :
8
Romance. Drama Una pareja de amantes vive una historia de amor llevada hasta límites inimaginables. La pasión se ha adueñado de ellos. El sexo ha pasado a ser lo único importante de sus vidas. Las ansias de la mujer por poseer a su hombre parecen inagotables y crecen cada día más hasta llegar a confundir el placer con el dolor. (FILMAFFINITY)
10 de agosto de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Relato de un amor loco llevado hasta sus últimas consecuencias.

La acción transcurre en Tokio durante 1936. Sada es una joven de fuerte carácter que entra a trabajar en un prostíbulo. De inmediato se enamora del dueño del negocio, Kichi, un hombre casado, con dos hijos pequeños, y ambos inician una relación pasional dominada por la celosa y posesiva Sada. La locura de esa pasión sin límites, ni descanso, tendrá el único, y trágico, final posible.

Mucho se habló y escribió de esta película tras su estreno, e incluso hoy en día. Es normal, por una parte, porque roza la pornografía, para muchos no la roza, sino que es puro cine pornográfico; pero mucho más allá de este aspecto está claro que este film transgrede una moral convencional; la prostituta que se enamora de su chulo mientras éste, aun accediendo a su juego, la prostituye, algo que él terminará pagando muy caro por su falta de lealtad hacia la enamorada. También, a esta cinta, se la han querido encontrar toda clase de simbolismos, como el religioso (que yo no veo) o el taurino, ya que el título original es 'Ai no korîda' (La corrida del amor), la sangre, la entrega de dos seres distintos, siendo uno de los dos quien domina, componiendo un todo, y el único final posible al igual que en la lidia taurina, incluido su ritual final. Del mismo modo no hay que dejar de lado la situación por la que atravesaba el país nipón en aquella época que se nos reseña de forma sutil en la escena en que por una estrecha calle pasa desfilando una tropa del ejército, y es que en aquél entonces Japón había ocupado Manchuria, y la feroz guerra que en esas tierras de China se estaba manteniendo ocasionaba en el pueblo japonés un profundo malestar debido al coste en vidas humanas y económico que tal conflicto generaba; siendo por tanto una razón más para el aislamiento de la pareja de amantes de su entorno.

En cualquier caso estamos ante una gran película, con una esmerada, a la par que sorprendente, dirección de Nagisa Oshima, una gran interpretación de Eiko Matsuda y unos decorados que se integran en el propio argumento. Todo ello con un ritmo difícil de sostener y llevado con buen pulso hasta llegar al clímax de las secuencias finales.
Juan Ignacio
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