Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Sines Crúpulos:
2
Aventuras. Acción. Drama España Imperial, siglo XVII. Diego Alatriste, valeroso soldado al servicio de su majestad, combate en la guerra de Flandes. En una emboscada de los holandeses, Balboa, su amigo y compañero de armas, cae herido de muerte y le hace una petición que Alatriste promete cumplir: cuidar de su hijo Íñigo y alejarlo del oficio de las armas. Posteriormente, Alatriste, que malvive alquilando su espada, es contratado junto a otro mercenario, el ... [+]
18 de marzo de 2010
59 de 92 usuarios han encontrado esta crítica útil
El documental de una tuneladora gigante estaba de lo más interesante, sacando una trama imposible de un grupillo de albañiles e ingenieros con casco y libreta. Sí, un pipiolo alemán se encargaba de un macroproyecto en el que un despiste cuesta 5 cifras y un simple retraso puede llevar al caos industrial. Todo era como muy internacional de la muerte. Pero, ojo, ocurría aquí, en España.

Conocida nuestra sincronización suiza y nuestra puntualidad germánica, el suspense estaba servido.

Escenas antológicas las hay a cascoporro, pero se ha de destacar la de Pepe:
Pepe, en boca del magnate bávaro, “uno de los mejores gruistas del mundo”, un tipo regordete y vacilón, de mala leche y peor hablar, dispone de una única oportunidad para encajar 4 macrotuercas (de las que ves pasar en trailers por la autovía) en un bicharraco naranja del tamaño de un trasatlántico, que se supone que, una vez unidos, conformarán la cabeza de la tuneladora. Al más mínimo fallo, el presupuesto de Fomento y la multinacional alemana se van a pique.

Conocido nuestro buen hacer español bajo presión, y puesto que uno tiene su orgullo nacional, pues la tierra tira, y la mala fama te la calan rápido, la expectación estaba servida.

En total, que tras meses de preparativos, miles de billetes gordos empleados, miles de empleados gordos empleados y el futuro del transporte madrileño en juego, le tocaba el turno a Pepe. Cientos de personas le esperan impacientes e ilusionados. Es el gran momento. El pan de cientos de familias está en sus manos. Grandes ejecutivos y empresarios se han acercado a compartir tan magno momento con el magnate. El mundo empresarial contiene la respiración para el evento.

Así que ahí aparece Pepe, arrrascándose los huevos y arremangándose la camisa para subir a la grúa, mientras grita alguna blasfemia irreproducible. Mas, sin temblarle el pulso, la cabeza se termina antes incluso de lo previsto. Vítores y aplausos para el gran Pepe, que ya parte hacia la taberna más cercana. Un buen anisete es la mejor de las recompensas.

Alatriste parece también superinternacional de la muerte, pero a diferencia del reportaje, en el que sacaban chicha de donde no había nada, aquí sólo sacan aburrimiento, tedio, apatía, monotonía, lentitud, bostezo y cansancio de donde se supone que sí había carnaza en abundancia (de lo contrario no habrían querido llevarlo al cine)
Sines Crúpulos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow