El género de terror en general goza de unos años horribles, y encima esta etapa está durando mucho. La aparición de la genial Saw hizo que además se añadieran tintes de thriller a una determinada rama del género, y todos se empezaron a dar cuenta de que con un puñado de dólares se era capaz de hacer una película que podría pegar el pelotazo. Así, año tras año, han ido apareciendo películas casi semanalmente que han devaluado el género hasta casi un subproducto.

Pero de vez en cuando, entre todas esa películas de terror que te comes casi sin entender la razón, aparece una que marca la diferencia. Esa suele ser una de cada treinta o así, pero cuando sale sin duda te merece la pena. The Collector es esa película.

Porque Marcus Dunstan da en el clavo, aunque cuando ocurren estas cosas suelo ser que fue casi involuntariamente y que la magia se acabará perdiendo. The Collector es mucho más que un simple slasher con trampas y torturas muy sangrientas. Recoge los mejores minutos de películas como Los Extraños y las combina con un ingenio que no veíamos en mucho tiempo. La sangre por la sangre ya cansa y aburre, pero el ser despreciable que antagoniza The Collector es lo suficientemente terrorífico como para mantenernos en tensión toda la película.

Y en ese aspecto ayuda mucho el escenario, una casa de la que prácticamente no saldremos. Esta misma película con un montón de sucesos o asesinatos en distintos momentos del tiempo perdería demasiados puntos. No necesita de una carnicería para ser macabra, y no necesita de un enigma para despertar inquietud. Todos nos olemos quien es el malo, y a pesar de no mostrársenos e ir con la cara tapada no tenemos la necesidad de saber quién es y lo que hace. Simplemente nos metemos en la piel de Josh Stewart (muy mejorable, por cierto) e intentamos salir con él de ese pequeño infierno.

The Collector es buena como slasher, pero es todavía mejor como suspense. Una delicia que aparece sin mucho ruido delante de ti pero que te mantendrá una vez que entra en materia hasta el final. Escapar de ella será tan difícil como escapar del asesino.