Cuando a los españoles nos da por querer hacernos pasar por americanos mal vamos. La Habitación de Fermat es una muestra de que los americanos son especialistas en meternos basura y que nos la comamos con patatas fritas, algo así como las hamburguesas y su comida rápida en general, la cual degustamos a pesar de conocer que no es lo más sano del mundo.

El disfrute por el disfrute camuflando un guión malo con un arte inigualable. En España nos queda mucho que aprender al respecto, y aunque Piedrahita y Sopeña tienen algo que destacar el conjunto de la película es bastante amargo. La Habitación de Fermat es como si te contaran un juego del Profesor Layton sin que tu lo juegues, puede ser bueno, pero de divertido tiene poco. Para colmo, los enigmas que se plantean poco tienen que ver con la matemática en general, y cualquiera de nosotros puede resolverlo en el minuto que se nos da (al menos algunos de ellos).

Me hace especialmente gracia, aunque sea una mera puntualidad, que para escribir la solución y mandarla a veces se necesite hasta más de un minuto, pero ellos la mandan enseguida. Además, no alcanzo a comprender la persona que da validez a la solución. En algunos problemas que la solución es un número, vale, pero en otros que requieren la explicación larga que comentaba... no me acaba de quedar claro.

Por lo menos la película es rápida y es fácil de ver. Las interpretaciones son de lo peor, y dejan claro que algunos como Alejo Sauras son grandes actores para televisión pero no para algo así. En cualquier caso, es una distracción curiosa, pero que muchos la aclaman por ser española, porque si esto lo hacen los americanos le llueven palos por todos lados. Aplaudiendo películas como La Habitación de Fermat por ser únicamente diferente a lo que tenemos en nuestro país es un grave error, y demuestra más mediocridad que conocimiento.