Están los que les ha gustado la película y los que no. Curiosamente, todos los que he visto que les ha gustado no han jugado al videojuego, y eso dice mucho de Hitman como adaptación. Xavier Gens probablemente lo jugó, pero no entendió muy bien de qué iba la cosa.

Acepto que llevar a un videojuego a la gran pantalla es muy difícil y que son necesarias muchas cosas añadidas y suprimidas para que la idea tome forma de película, pero hay tantas cosas buenas en los juegos argumentalmente hablando, que uno no acaba de entender los cambios que se han hecho para la película.

Así que, sabiendo que como adaptación no me estaba gustando, cambié el chip y me dispuse a aceptar Hitman como una película más. Me encontré con las mismas escenas, misma música y mismo desarrollo de cientos de películas del género, con un especial tufo a mediocridad y a pretenciosidad. Hitman no convence tampoco como película.

Gran parte de culpa la tiene que nunca nos creamos el personaje, que desde el minuto uno sepamos que se va a cruzar con la típica guapa de turno y que esa máquina de matar y asesinar es en el fondo el moñas que no queríamos. Timothy Olyphant no puede hacer peor el papel, pero es que encima físicamente no da el pego. Afeitarle la cabeza y plantarle el código de barras de turno no va a hacer una buena caracterización sin más. Hasta tiene cara de bueno.

Así que mi consejo es que os metáis en la saga del videojuego que es mucho más disfrutable que esta basura de 100 minutos, y eso que los juegos no son tampoco nada del otro mundo.