Siento como si me hubieran pegado un botellazo en la cabeza y hubiera olvidado todo lo que pasó en las dos últimas horas de mi vida. Ojalá, que al menos eso sería lo más tópico-rockero que hubiera vivido. Adam Shankman hace una demente película de gente que se disfraza de rockeros para hacer un High School Musical tremendamente hiriente para todo aquel que ha sentido alguna vez el sonido de una guitarra bien afilada.

Tom Cruise haciendo un papel de parodia, como si fuera Tropic Thunder o algo así. Unos actores principales terribles, Julianne Hough que transformaba cada mito del rock en una versión de Britney Spears y Diego Boneta que acababa pareciéndose hasta físicamente a Bustamante. Ojalá todo acabara aquí. Hasta los propios extras parecen escogidos a dedo para ser los peores de la historia. Dudo que el 20% de la gente responsable de la película tenga idea de qué va la cosa.

Porque tomemos por ejemplo Rockstar, una película más bien regular como tal pero que al menos no era un despropósito como esto. De hecho conforme veía esto me daban ganas de ponérmela para vacunarme con la voz de Jeff Scott Sosto.

Larga, pesada, terrible. Lo único bueno es reconocer todas y cada una de las canciones que aparecen. Como película, un desastre sin pies ni cabeza, con una historia que vemos desde el primer minuto (siempre es la misma, pero ojalá sólo tropezara en ello). Como homenaje al género... digamos que acabé simpatizando más con las feminazis que aparecen en la película despotricando contra el propio rock.

Yo voy a coger ahora mi guitarra y voy a ponerme a tocar algo, para ver si así los dioses me perdonan por haber visto esto. Destrozaré grandes clásicos, pero al menos no lo haré públicamente como Adam Shankman y toda la cuadrilla.

Denunciable es poco. Isi Disi a la americana.