Tardé bastante en pillarle el punto a esta película. Realmente esperaba una horriblemente mala producción con un presupuesto ínfimo y más propia de cualquier televisión por cable a la carta en su sección gratuita, pero lo que me encontré fue... justo eso.

Pero de alguna manera la película fue creciendo dentro de mi, superando esa primera fase de "¿Qué estoy viendo?" para llegar a esa extraña categoría de "qué mala que es, pero qué bien me lo estoy pasando". Frostbitten tiene grandes momentos, pero es el más que peculiar e inesperado humor lo que la hace diferente y que merezca la pena. No se la recomendaría a nadie en absoluto, y soy consciente de que es una mala película, pero he visto demasiados bodrios como para enterrar este experimento con ellos.

De alguna manera simpaticé con la película, con su sentido del humor, y hasta disfruté cinematográficamente y como amante del terror y la ciencia ficción alguna escena (la persecución con la niña en brazos en ese pasillo eterno me encantó aunque durara poco). Es cierto que la película va dando bandazos entre la típica película de adolescentes hormonados y la más nefasta serie B, pero la comedia sirve de nexo de unión entre ambos géneros consiguiendo una mezcla como mínimo curiosa (a veces eso parece más una parodia de las del magnífico Leslie Nielsen).

Película mala (no hasta el punto de reirte de ella) pero que se disfruta bastante, donde los efectos especiales no son lo suficientemente buenos como para prestarles atención pero tampoco lo suficientemente malos como para estropear lo que transmite la película. Un film de los incomprendidos que poca gente reconocerá, pero que alguno que otro como es mi caso guardará como un agradable experimento. Ojalá la mitad de las películas de vampiros que existen que pretenden ser profundas fueran la mitad de divertidas que es esta.