Empiezo a dudar de si he visto la misma película que todo el mundo, que se atreven a decir que esta secuela (que es en realidad precuela) es mejor que la primera parte.

Para mi, la película de Tom Williams tiene muy poquito de paranormal, y es así porque se incluye en ese enorme universo de películas de miedo que no dan nada de miedo. La primera película, quizá por novedosa era más impredecible, más tensa y sobre todo más claustrofóbica. La segunda parte se limita a incluir elementos potencialmente terroríficos, muchos más cámaras (lo que reduce la angustia y claustrofobia), espejos, un perro y un niño pequeño. Con este óleo era fácil pensar que la cosa iba a ser mucho más grave, pero está todo desaprovechado como pocas veces he visto.

Quizá si la película estuviera plagada de sustos fáciles ahora estaría escribiendo acerca de lo mala que es solo por haber metido mil sustos previsibles y fáciles, pero seguro que mencionaría que por lo menoes es divertida. Aquí no, aquí hay bastante suspense, de más, y tan solo algún susto muy aislado que lo único que consigue es que cuando llegue la noche, en vez de meterte debajo de la manta porque sabes que algo malo se avecina como pasaba en la primera parte, te quedes relajado esperando la nada. De las actuaciones ni hablamos, sobre todo de la tía del pequeño Hunter en sus momentos finales.

Una decepción en toda regla. Paranormal Activity 2 es justo lo que esperaba que iba a ser Paranormal Activity antes de verla, una película del monton, una moda terrorífica pasajera y a la que Tod Williams parece estar dispuesto a sacarle todo el oro posible.