Es una pena porque hay momentos grandes donde la parte concierto se mezcla con la trama estupendamente. Memorable el momento Wherever I May Roam por ejemplo. Sin duda la discografía de Metallica tan contundente está repleta de temas con las que se podía haber hecho algo más decente que enfatizara esa curiosa idea de concierto+película. Por desgracia, todo queda demasiado separado, y la sensación que le da a uno es la de haber visto el concierto de Metallica en un DVD más con el chico de Chronicle gritando "die, die, die".

Pero son Metallica. Aunque seas de los que empezaron al principio con sus discos thrash y luego "sufrieras" el cambio hacia el hard rock del Load y Reload (y sobrevivieras el indigesto St Anger) no podrás negar la calidad de estos mastodontes de la música. Incluso aunque veas al pobre Lars ya bastante desmejorado seguirás sintiendo esa furia que te hace pensar lo buenos que son sus temas y la rabia que detestan, ideal para enfrentarse a una zona de disturbios llena de gente ahorcada y jinetes que buscan tu cabeza (¿?¿?¿?¿). Eché de menos Fade to Black y cosas así, y terminar con Hit the Lights... pero bueno, tenemos un muy majo Ride the Lightning que siempre es una canción "rara" que sacia tus ansias de canciones inesperadas.

Como Metallica, un notable alto, sobre todo porque han tenido hace unos años un estado de forma bastante inferior. Como mezcla de concierto+película en plan revolución del género audiovisual, bastante deficiente por culpa de la poca conexión entre las dos ideas. Precisamente de esta experiencia audiovisual lo que más se queda en ti es el audio y no el visual. Dane DeHaan podría haber tenido un poco más de sangre, porque se pasa media "película" pasmado mirando al horizonte mientras todo a su alrededor es una extraña guerra.

Y luego tenemos el final, el cual evidentemente no destriparé. Ese "the cake is a lie" que no se sabe si te deja con cara de tonto o te parece bien. Creo que a mí me dejó más cercano a lo segundo. En definitiva, todo muy... Burtoniano.