De nuevo Jean Becker consigue plasmar su firma cinematográfica en otra de sus obras. Conversaciones con mi jardinero es una película tan sencilla y divertida como tierna y sensible. Es Jean Becker. En esta película notamos el ritmo al que nos tiene acostumbrados, con una dinámica de planos que hacen que esta historia llegue de la forma más estéticamente posible al que la mira. Llena de conversaciones banales pero necesarias para la vida, tan triviales que a veces parecen sobrar, pero que se hacen necesarias en el transcurso de la película. Creo que retrata muy bien el valor de la amistad, el valor de la propia visión interior de las personas, pero a un nivel que entenderemos todos perfectamente. En definitiva, una preciosa historia de amistad.