Una obra dulzona que narra como un muchacho pueblerino rapta a un bebé para salir de un apuro económico y las consecuencias que este acto tendrá. La película es muy ingenua pero por eso mismo tiene momentos entrañables a cargo del bebé que fue elegido por la productora Hispamex mediante un concurso y que incluso es presentado en la película a otro concurso de belleza infantil en unas escenas bastante divertidas. El recordado José Luis Ozores demostró que era un actor lleno de recursos y en la película rie y llora con la misma naturalidad aparte de que expresa perfectamente los distintos estados emocionales que va teniendo a lo largo de la trama. Hay algunos momentos excesivamente sentimentales que podían haberse evitado pero el resultado artístico es bastante aceptable. Pedro Lazaga ya estaba revelando en estas primeras películas suyas como "El aprendiz de malo" y "Las muchachas de azul" una eficacia artesanal incuestionable que daría pie durante la siguiente década a una amplísima lista de películas más o menos atractivas. Casi todo resulta previsible en la cinta pero como una cierta parte del cine español de ahora está deshumanizado conviene de vez en cuando ver obras inofensivas como esta. Lamentablemente el cine español ha pasado de un extremo a otro. Este film entretiene con cierta honestidad y no tiene ninguna otra pretensión. Es una de las mejores películas del actor protagonista y está más o menos a la altura de los resultados artísticos habituales en el cine de Lazaga.