Signada por su destino tristemente camaleónico, esta película impecable, extraña y brillante, se ha mimetizado con el mediocre entorno fílmico reinante y no ha podido resaltar como ciertamente merece. Aquellos que no tengan mayor información sobre este producto dénse por avisados: es un film de animación harto recomendable y digno de ver. No es una película para chicos, o al menos no para chicos demasiado tiernos, sino un western animado hecho con mucho talento, acidez, humor y respeto para con las viejas cintas del Lejano Oeste. Disfruten a Rango, huelan los aromas cochambrosos y respiren el aire polvoriento del miserable caserío de Mugre, sientan el repeluz que provocan sus pobladores y acomódense en el mostrador con un vaso de jugo de cactus en la mano. Quedarán sedientos del líquido elemento seguramente, pero no de entretenimiento y buen cine.