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España España · Vva de Bellpuig
Voto de Simpkins:
8
Drama Léo Lauzon es un niño que vive en un humilde barrio de Montreal, atrapado en una sórdida existencia. Cada noche intenta evadirse por medio de los recuerdos, los sueños y su desbordante imaginación, pero la cruda realidad familiar interrumpe siempre sus fantasías: tiene un padre obsesionado por la salud intestinal de toda la familia, un hermano culturista que vive preso del miedo, dos hermanas que padecen trastornos mentales, un abuelo a ... [+]
2 de septiembre de 2008
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esto es lo que es Léolo. Un niño perspicaz, inteligente, curioso que debe vivir y crecer en un entorno decadente, oscuro, decrépito. Un niño que vive con una familia a la que llega a despreciar, pero a la que no puede evitar querer. Una película que des de la visión del niño narra el descubrimiento de sentimientos encontrados: el sexo, el odio, la envidia y el amor, sobre todo el amor, des del primer amor, utópico e irracional, al amor hacia su madre, su hermano y el extraño cariño que siente hacia el resto de su familia. Un niño que para evadirse debe refugiarse en el placer de la lectura, la lectura de un solo y único libro que con el tiempo termina llevándolo al placer de la escritura y es a partir de sus textos donde crece la historia y de hecho es lo que realmente le da sentido a todo el film.

Porque a pesar de que la película es una pequeña maravilla, con una ambientación y fotografía que parece buscar constantemente el punto de belleza en lo dantesco y que busca la continua huida hacia lo onírico, uno no puede evitar pensar que todas esas imágenes de tan bella factura no son más que el complemento accesorio a esa voz en off. Que sin ella nada tendría sentido y que ese texto sin imágenes podría llegar a ser igual de bello. Uno tiene la sensación de estar viendo un libro, un libro bellamente ilustrado, pero cuya fuerza radica en un texto magnífico al que le acompañan unas imágenes potentísimas, bellas, arriesgadas, pero que llegan a parecer prescindibles.

Sin embargo, y a pesar de esta pequeña sensación, lo cierto es que es una película casi hipnótica, que te atrapa poco a poco en su atmosfera, que te seduce con el texto y se te graba a fuego en la memoria gracias a sus imágenes.

Una muy buena historia, que la única pega que se le puede poner es que llega un momento en que piensas que no estás viendo cine, si no que te están leyendo un libro. Quizá no sea un defecto, pero definitivamente no puede ser bueno que una película de una fotografía tan bella y cuidada transmita tan poco si no fuese por la brillante voz en off.
Simpkins
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