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Voto de Kingo:
10
8,1
20.152
5 de septiembre de 2007
71 de 96 usuarios han encontrado esta crítica útil
Busco en el fondo del vaso
respuestas a tantas preguntas...
Pero tan sólo consigo
que al verme seco, el amigo
postizo del bar de paso,
le grite al camarero:
¡Pon dos más, y las apuntas!
Ha pasado un año entero
que de pena se murieron
aquellas hermosas flores
que planté en mi paraiso:
fué en el instante preciso
en que mi alma partieron
los ligeros temblores
de tus piernas saliendo
al trote de nuestro piso.
Y yo quiero borrar bebiendo
el final de nuestra historia;
tan seguro de tí estaba,
como el gallo que creía
que si al alba el sol salía
era porque él cantaba.
Una vez muerta mi gloria
tan solo tengo una certeza:
los besos que no nos dimos
tienen sabor a cerveza.
Una maravilla tristemente intemporal, dolorosa y desgarradora, magistralmente interpretada y con una banda sonora inolvidable. La palabra drama demuestra aquí lo que verdaderamente significa, haciéndonos rememorar con total veracidad un problema que todos habremos sufrido alguna vez en nuestras carnes, o en las de alguien muy cercano. Cine con mayúsculas, de ése que no es pecado adorarlo.
respuestas a tantas preguntas...
Pero tan sólo consigo
que al verme seco, el amigo
postizo del bar de paso,
le grite al camarero:
¡Pon dos más, y las apuntas!
Ha pasado un año entero
que de pena se murieron
aquellas hermosas flores
que planté en mi paraiso:
fué en el instante preciso
en que mi alma partieron
los ligeros temblores
de tus piernas saliendo
al trote de nuestro piso.
Y yo quiero borrar bebiendo
el final de nuestra historia;
tan seguro de tí estaba,
como el gallo que creía
que si al alba el sol salía
era porque él cantaba.
Una vez muerta mi gloria
tan solo tengo una certeza:
los besos que no nos dimos
tienen sabor a cerveza.
Una maravilla tristemente intemporal, dolorosa y desgarradora, magistralmente interpretada y con una banda sonora inolvidable. La palabra drama demuestra aquí lo que verdaderamente significa, haciéndonos rememorar con total veracidad un problema que todos habremos sufrido alguna vez en nuestras carnes, o en las de alguien muy cercano. Cine con mayúsculas, de ése que no es pecado adorarlo.