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Chile Chile · Concepción
Voto de Juan Antonio:
7
Drama. Comedia. Intriga Estado de Nueva York, años setenta. Irving Rosenfeld (Christian Bale), un brillante estafador, y su inteligente y seductora compañera Sydney Prosser (Amy Adams) se ven obligados a trabajar para un tempestuoso agente del FBI, Richie DiMaso (Bradley Cooper), que sin querer los arrastra al peligroso mundo de la política y la mafia de Nueva Jersey. (FILMAFFINITY)
7 de enero de 2014
80 de 98 usuarios han encontrado esta crítica útil
David O. Russell se consolida cada día más como un director de respeto. En los últimos años, sus películas “The fighter” (2010) y “El lado bueno de las cosas” (2012), fueron reconocidas y premiadas no solamente por la crítica especializada, sino también por el público. Su capacidad para construir historias realistas y con buenos diálogos es su sello distintivo.

Su última película, “American hustle” (2013), es otro acierto del director norteamericano. El engaño y la mentira, son el motor de la historia. Un guión que está inteligentemente bien construido, y sustentado por un gran reparto, que a diferencia de otras ocasiones, si funciona. En ese sentido, es destacable la labor del director para dirigir a los actores, sacando el máximo provecho a cada uno de ellos. Christian Bale realiza una muy buena actuación, esta vez irreconocible en apariencia física, sobre todo por esa gran panza, y la calvicie que disimula con un peluquín bastante descuidado. Amy Adams y Jennifer Lawrence dan vida a un duelo interpretativo impecable. Adams sobresale en la primera mitad de la película y Lawrence hace lo mismo en la última hora, logrando que ambos personajes, en general, tengan un peso y una presencia vital en la trama. Gran desempeño también de Bradley Cooper, que una vez más realiza una buena actuación, confirmando que lo de “el lado bueno de las cosas” no fue casualidad. Y por último, Robert de Niro, al cual es un placer siempre verlo, sobre todo en el tipo de papel que lo inmortalizó como actor.

Sin duda que las actuaciones son el punto fuerte de “American Hustle”, pero también hay otros elementos importantes que destacan. Como señalé antes, su guión es inteligente, y da vida a una historia que tampoco derrocha originalidad, pero entretiene y mantiene la tensión, sobre todo por algunos giros que se agradecen. La fotografía está impecable. Tonos amarillos y grises prevalecen, y combinan adecuadamente con los lentes de Bale. Se agradece también la banda sonora, que posee varios estilos, absolutamente acordes a la narración.

El mensaje de fondo de la película, es básicamente una crítica a las apariencias, la falsedad en las personas y en la sociedad. La mentira del sueño americano y la infelicidad que los individuos sienten respecto a las oportunidades y posibilidades que la vida entrega. A eso hay que agregar, la corrupción política, que se oculta y funciona detrás de fachadas construidas y avaladas por la ciudadanía, que elige a sus autoridades, que poco o nada practican los valores de transparencia y la honestidad que requieren sus actos. La mentira, también presente en las relaciones de pareja, con amantes legitimados por la propia relación. Matrimonios destruidos, pero maquillados con lujos, elegantes vestidos, fiestas y excesos que, en este caso, los personajes usan para ocultar su realidad. La película destruye, una vez más, el sueño americano, y lo define sin tapujos, como la gran estafa americana.

“American Hustle” es una buena película. Le falta quizás un poco de chispa, elemento necesario para subir a un nivel artístico superior. Quedó a un par de pasos de lograr la categoría de gran película, pero aún así se disfruta. Es una obra correcta, entretenida, con mucha calidad, y en mi opinión, recomendable.
Juan Antonio
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