"Interstella 5555" es una película especial, diferente, que no puede ser comparada con absolutamente ninguna otra. Pese a la historia de fondo, básicamente es un trabajo audio-visual en toda la extensión de la palabra, una especie de videoclip de 60 minutos que nos cuenta como un productor musical rapta a un grupo alienígena y lo trae a la tierra para amasar una fortuna a su costa. Este punto de partida es bastante simple, pero funciona a las mil maravillas.

La banda sonora, compuesta por el grupo Daft Punk, sirve para hacer avanzar la historia. No hay diálogos, sino que todo se desarrolla mediante las canciones que se amoldan perfectamente a lo que se va contando: momentos brillantes como la conversión en humanos del grupo, sus conciertos o las persecuciones a toda pastilla, se integran en temas realmente movidos y bien moldeados.

La animación es cojonuda, con un estilo muy de serie japonesa ochentera, recordando un poco a Saint Seiya en algún diseño de personajes, pero desmarcándose de todo mediante un uso de los efectos especiales realmente potable. Luces, explosiones, destellos, están realmente bien conseguidos. En definitiva, es un error acercarse a Interstella 5555 con la intención de ver una película normal. No hay diálogos, todo avanza mediante la música y durante una hora hay que dejarse llevar hasta donde haga falta. Ni qué decir que está a años luz de grandes clásicos de la animación, pero, aún así, una cosa no quita la otra. Recomendada, incluso para los que, como un servidor, no conocía ni sigue al citado grupo.