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Voto de Caith_Sith:
5
Romance. Drama La historia tiene lugar en el siglo XIX y explora las relaciones entre los miembros de la alta sociedad rusa. Ana Karenina, una mujer de la alta sociedad que se enamora del joven y apuesto oficial Vronski, abandona a su esposo y a su hijo para seguir a su amante. Nueva adaptación de la novela de León Tostói. (FILMAFFINITY)
13 de enero de 2013
38 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todos los años sale alguna película que puede encajar dentro del subgénero de los "costume dramas", es decir, cintas de época (ésta puede variar, pero siempre suele ser anterior al siglo XX) donde el mayor atractivo suele ser ver cómo los diseñadores de arte, vestuario, peluquería, maquillaje, producción, etcétera, han conseguido capturar la esencia de un momento. Joe Wright, tras realizar dos películas en la época contemporánea, vuelve al material literario europeo tras adaptar a Jane Austen (Orgullo y prejuicio, 2005) y Ian McEwan (Expiación, 2007) para meterse de lleno en una de las obras más reconocidas de la literatura universal, "Anna Karenina" de León Tostói. Y con este regreso al siglo XIX también abraza abiertamente este subgénero, cumpliéndose a la perfección su objetivo: la recreación de la época, del momento.

El resto de la película es más bien una nadería. Entiendo que era otra época, que los personajes se construían como ideales, sin ahondar en exceso en su personalidad más allá de simples esbozos. No he leído la obra original de Tostói pero en teoría viendo el film de Wright parece claro que lo que menos interesa es que entendamos la forma de actuar de la caprichosa protagonista y el encoñamiento máximo del coronel hacia ésta. Su reparto, lleno de rostros británicos capitenados por Keira Knightley (que sale bastante bien parada salvo cuando los planos cenitales nos muestran que podría ser doble de cuerpo de Paz Padilla) hace lo que puede por darle un poco de empaque a esto, pero no son capaces de hacer que el barco llegue a buen puerto. El mejor de todos, el emergente Domhnall Gleeson, que se dio a conocer como "uno de los hermanos" de Ron en la saga Harry Potter pero que supo aprovechar 2012 para demostrar que podía ser mucho más que un extra al fondo de la foto (véase su papel en "Shadow Dancer", o en menor medida en "Dredd"), consigue que casi nos creamos su historia de amor en unos segmentos de la historia que están sorprendentemente bien dirigidos. Y esto confirma que lo mejor de "Anna Karenina" es, justamente, cuando ésta no sale en pantalla.

Wright, que demostró empaque y cierta fuerza en algunos de sus filmes previos, combina en esta ocasión una dirección bastante elegante (no falta el abuso del plano secuencia como mera herramienta de lucimiento) con segmentos que dan vergüenza ajena, dignos de un anuncio -malo- de colonias que son acompañados por diálogos que parecieran, más de que una obra literaria reconocida a este nivel, de una parodia perpetrada por Mel Brooks. Al final tenemos lo que esperábamos: uno de esos dramas de épocas con muy buen vestuario, algunas ideas de realización (los continuos escenarios desmontables, al estilo libro de cuentos, reforzando la artificialidad de ese teatro móvil) y algún intérprete que sobresale sobre los demás, aunque ninguno llega a molestar. Fría de cojones, eso sí, incluso cuando llega ese final -que pocos desconocerán-. Si la película la hubiese dirigido el japonés Sion Sono en la época de su "Suicide Club" al menos nos habría dibujado una sonrisa tras más de dos horas de cine meramente funcional. Así, nos quedamos como al principio. Al menos no nos cabrea.
Caith_Sith
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