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España España · Madrid
Voto de paki:
10
Western Ransom Stoddard (James Stewart), anciano senador del Congreso de los Estados Unidos, explica a un periodista por qué ha viajado con su mujer (Vera Miles) para asistir al funeral de su viejo amigo Tom Doniphon (John Wayne). La historia empieza muchos años antes, cuando Ransom era un joven abogado del este que se dirigía en diligencia a Shinbone, un pequeño pueblo del Oeste, para ejercer la abogacía e imponer la ley. Poco antes de llegar, ... [+]
18 de septiembre de 2012
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encanta John Wayne, la verdad. Es un machote grande, simpático, socarrón y listo como ninguno. Y con ese punto tierno, inesperado e irresistible, y generoso de los corazones tan grandes como sus dueños. Y en esta película está en todo su esplendor. Lleno de polvo, desbaratado, sincero, gruñón y franco, un hombre que trabaja, ama y vive un poco a lo bestia, siguiendo sus impulsos que, sin embargo, son siempre generosos y nobles.

El otro protagonista es James Stewart, que no puede ser más diferente, física y “químicamente”. Es el hombre civilizado y reflexivo, de modales corteses, contrario al hombre de acción, abogado o maestro, un hombre inteligente y dialogante que busca imponer la paz y las leyes en el mundo duro y primitivo del viejo oeste americano.

Y luego está la chica, Vera Miles, novieta de John, y un poco harta de tanto bruto, tanta pistola y tanta violencia, como la que personifica Liberty-Lee Valance-Marvin, que es un matón típico de los de cuadrilla salvaje que tendría al pueblo en un puño, si no fuera porque John Wayne lo mantiene a raya. A ese lo respeta y lo teme, pero se cachondea del hombre educado y paciente que no piensa utilizar la violencia contra la violencia, ni la pistola contra la pistola.

Se trata, en fin, de la construcción de la democracia y del establecimiento de las leyes y de la convivencia pacífica en un territorio conquistado y colonizado por la fuerza del más fuerte o por los tiros del más rápido. Pero esos son los tiempos de Liberty Valance, y los nuevos son los de James, futuro senador, y hombre siempre políticamente correcto. Y los de John, el hombre trabajador que ha aprendido a leer y que espera de los legisladores, leyes buenas para leer.

Y se trata, sobre todo, de una historia de amor, la que pudo haber sido y la que fue. La elección entre el hombre fuerte y arrollador y el hombre tranquilo y discreto. La pasión o el sentimiento. El corazón o la cabeza. La chica está harta de líos, son muchos años de broncas y sillazos, y se fascina con el único hombre del pueblo capaz de calzarse un delantal y poner la otra mejilla. En realidad, no dejaba de ser un político en campaña para llevársela al huerto y la pobre no había votado nunca…

Demasiado tarde, muñeca. Elegiste al tipo equivocado. Peor para ti. Tu ya sabías lo que valía John y que nunca te dejaría en la estacada, y que era gracioso y fuerte. Y que no se andaba con mamoneos ni politiquitis… al pan, pan y a Liberty, balazo. Y a ti te hubiera hecho feliz. Y hubieras tenido un porche con vistas y un hombre honrado, sincero y guapetón para quererte… ¿Sabes qué? Que me alegro que te hayas aburrido como una mona con el cocinillas de Stewart… hombre! Eso no se le hace a John, que es un tesoro escondido y una flor de cactus, divina para esos desiertos y para la vida entera... tonta, más que tonta!
paki
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