​Hay cosas imperdonables en una obra de arte que tiran por la borda cualquiera de sus otras virtudes. "El profesional" tiene un buen guión de acción, excelentes interpretaciones, ritmo y sorpresas pero el personaje de Natalie Portman es perverso.

No me hace ninguna gracia la hipersexualización de menores y aunque el guión deja claro que la relación entre la huerfanita y el sicario es un remedo paterno-filial, lo hace para para no meterse en líos porque lo que el director o productor han buscado deliberadamente es que una inverosímil niña-adulta de 12 años seduzca a los espectadores y eso me parece abyecto.

El artista no debe saltarse límites éticos y Besson lo ha hecho con esta película que hará las delicias de muchos pederastas y de otros que sin serlo estén insensibilizados por la pornografía. Sé que esta crítica va a producir rechazos e incomprensiones, como todo lo moralista, pero la mujer que haya sido víctima de abusos de niña sabrá entenderme y eso vale mucho más.