Se merece más y me duele el alma.
Visionada de nuevo y resuenan campanillas de placer.
Me gustaría elevarla a lo más alto, pero no sería justo. ¿Porque no? :
El personaje principal es correcto, pero carece de la fuerza, del magnetismo, del carácter, que la ocasión se merece. En Martin (Hache) más de lo mismo.
Y me duele ya que la solidez de los diálogos, el guión y la interpretación están a la altura de “Un lugar en el mundo”. Obra maestra esculpida con sentimiento, corazón y cabeza . Aristarain ya lo dijo todo, ya lo escenificó todo, ya nada necesita mostrar o demostrar.
Por cierto, el cartel publicitario no se llega a entender. Da una imagen errónea y tendenciosa de una vivencia que es simple anécdota. ¿Realmente fue elección del director?
Y ahora solo resta agradecimiento.
Gracias José Sacristán. Os hacés muy grande en Argentina che.
Gracias Susú Pecoraro, madre de madres.
Gracias Marcela Kloosterboer por lo natural y relinda que sos.
Miles de gracias Adolfo Aristarain. Lo cotidiano lo sabés elevar a sublime.
Y por ultimo gracias cine argentino y extensivo a todo un pueblo. No hacés escuela. Sos escuela.