- No sé quién me mató…

- Yo tampoco… Dame alguna pista. ¿Qué fue último que oíste?

- Fue la patética banda sonora y esos suspiros (y no de España) intentando crear una atmósfera… esos efectos sonoros como si fuesen pedos limoneros… Pero eso, no me mató.

- Dame alguna otra pista. ¿Qué fue último que viste?

- Imágenes, grotescas imágenes. ¡Oh!, el montaje y esas imágenes tan desfasadas como la nariz de la Esteban, como la última pulsera que ha puesto de moda la Carbonero, como el último modeluqui de la Lomana…. Pero eso, tampoco me mató.

- Pues mira no sé. Tuvo que a ver algo más. Piensa…

- ¡Ah! Veo algo redondo y algo peludo. También el culo en pompa de la Lohan sobre una barra americana y la ridícula escena de sexo que tiene que incluir toda película de género… o de este género. Posiblemente eso empezó a matarme…

- ¡Sigue, sigue!

-Y… que es era un plagio barato y no reconocido de una película barata que ya era un plagio llamado “Stigmata”. Eso casi me mata… pero aparte era aburrida y mala de solemnidad. ¡Ahhhhg! Eso me empezó a matarme del todo. Razzie merecido. Me muero, me muero. Creo que eso me mato… pero no lo sé… a ciencia cierta. A lo mejor estaba borracha o drogada y no me acuerdo por eso…

- Mira, guapa por esa película la Lohan ya tendría que haber ido a la cárcel. Lo que te mató, para que te enteres fantasma de mierda, me dejes tranquila y te vayas a la luz con Patrick Swayze y Jennifer Hewitt, fue ver un pedazo… un gran, enorme y pestilente pedazo de
B-O-D-R-I-O.