Nuestro admirado Freddie Francis nos da una muestra aquí de una versión diferente del típico mad-doctor mezclándolo con el subgénero de animales asesinos, y que recuerda vagamente por algunos aspectos de su temática, al film de Robert Gordon, “Garras asesinas”, (1963).
Una conocida actriz con síntomas de stress, le recomiendan pasar un tiempo en una pequeña isla, en casa de un reputado pero un poco siniestro, apicultor. En la isla hay un pequeño pueblo, en el que vive otro apicultor más amable y que también tiene avanzados estudios sobre las abejas, siendo un rival de su siniestro vecino apicultor y con el que mantiene poco trato. Al poco comienza a haber extraños accidentes mortales con las abejas, y todo apunta a que algo les esta pasando a los insectos…
Interesante propuesta la aquí presentada para un film de serie B, al que el maestro Francis le da su personal toque, dejándonos una más que razonable película de misterio con giro argumental incluido, y que nos da una de las primeras muestras del subgénero de animales asesinos en el cine y la primera sobre las abejas asesinas concretamente, ya que después de esta vinieron varias, como “Abejas asesinas” (1974) telefilm dirigido por el afamado Curtis Harrington (Planeta sangriento, 1966), o la superproducción plagada de viejas glorias, en pleno apogeo del cine catastrófico “El enjambre” (Irwin Allen, 1978).
Freddie Francis (El abismo del miedo, 1964), dirige con maestría, rodeado de un elenco muy conocido en la productora Amicus… y también en su rival la Hammer. Suzanne Leigh, (El continente perdido, 1968), bellísima en este film, es la estresada actriz victima de los insectos. Junto a ella, Frank Finlay, (Lifeforce, 1985), y Guy Doleman, (Ipcress, 1965) como principales acompañantes.
Una película agradable de ver, y con unos interesantes efectos especiales teniendo en cuenta su año de rodaje. Film a descubrir… si lo encuentran.