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Voto de Marco Antonio Rodríguez Porcel:
9
6,5
66.408
Aventuras. Romance
En el siglo IV, Egipto era una provincia del Imperio Romano. La ciudad más importante, Alejandría, se había convertido en el último baluarte de la cultura frente a un mundo en crisis, dominado por la confusión y la violencia. En el año 391, hordas de fanáticos se ensañaron con la legendaria biblioteca de Alejandría. Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hypatia (Rachel Weisz), filósofa y atea, lucha por salvar la sabiduría del ... [+]
14 de octubre de 2009
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, ya he visto "Ágora". Dos veces en menos de 48 horas.
He de confesar que llevo queriendo verla desde la primera vez que vi el tráiler me sedujo, sencillamente porque el personaje principal ya me había llamado la atención cuando leí acerca de ella en "Cosmos", de Carl Sagan. Investigué, claro, en cuanto esta herramienta llamada "Internet" llegó a mis dedos. Y salió esta película. Esta película maravillosa. Le pongo un 9 porque así me quito la espinita que me dejó "Alatriste" hace años. El 8 se lo daba de calle, de todas formas.
No sé si "obra maestra" es un calificativo que le quede grande. Posiblemente, sí, pero esas cosas las dice el tiempo. Nadie hubiera pensado que cosas como "Dr. Strangelove" o "La tumba de las luciérnagas" pudieran convertirse en obras maestras, y resulta que lo son. Bastó tiempo. Tal vez Amenábar tenga suerte en este sentido con el paso de los años cuando se hable de esta película. Echo de menos algunas cosas... creo que daba para más metraje, por ejemplo. La naturaleza de la relación entre Hipatia y Orestes, en la segunda parte de la película, parece de amistad lo suficientemente ambigua para que resulte sospechosa de algo más. Echo de menos cierto rigor histórico en algunos momentos: Sinesio murió dos o tres años antes que Hipatia, ésta era una mujer de al menos cuarenta y cinco años (probablemente más) en el momento de su muerte, y parece ser que, aunque virgen, pudo estar casada con un tal Isidoro. Por más que he buscado, no he encontrado nada acerca de los parabolanos. Algunos personajes aparecen un poco desdibujados, como es el caso del propio Orestes, que cada vez que se tiene que enfrentar a Cirilo me recuerda al huérfano Oliver diciendo aquello de "¿me da un poco más, señor?" Y puede que haya cierto tufo anticlerical en toda la película, por mucho que se hable de que es un alegato contra el fanatismo, y no contra la Iglesia. Bueno... todo eso se puede perdonar.
Empezando por lo último, no hay que olvidar que hay una secuencia deliciosa acerca del corazón mismo de la religión cristiana, secuencia que podríamos denominar "el milagro del pan", cuando las manos de los desharrapados se tienden hacia Davo (casi parece que es una puesta en escena teatral) mientras él reparte pan entre ellos. O en el momento de la fuga de Sinesio en plena noche, cuando bendice a Hipatia mientras duerme. No. Antifundamentalista, seguro. Anticlerical, puede. Anticristiano, no creo.
He de confesar que llevo queriendo verla desde la primera vez que vi el tráiler me sedujo, sencillamente porque el personaje principal ya me había llamado la atención cuando leí acerca de ella en "Cosmos", de Carl Sagan. Investigué, claro, en cuanto esta herramienta llamada "Internet" llegó a mis dedos. Y salió esta película. Esta película maravillosa. Le pongo un 9 porque así me quito la espinita que me dejó "Alatriste" hace años. El 8 se lo daba de calle, de todas formas.
No sé si "obra maestra" es un calificativo que le quede grande. Posiblemente, sí, pero esas cosas las dice el tiempo. Nadie hubiera pensado que cosas como "Dr. Strangelove" o "La tumba de las luciérnagas" pudieran convertirse en obras maestras, y resulta que lo son. Bastó tiempo. Tal vez Amenábar tenga suerte en este sentido con el paso de los años cuando se hable de esta película. Echo de menos algunas cosas... creo que daba para más metraje, por ejemplo. La naturaleza de la relación entre Hipatia y Orestes, en la segunda parte de la película, parece de amistad lo suficientemente ambigua para que resulte sospechosa de algo más. Echo de menos cierto rigor histórico en algunos momentos: Sinesio murió dos o tres años antes que Hipatia, ésta era una mujer de al menos cuarenta y cinco años (probablemente más) en el momento de su muerte, y parece ser que, aunque virgen, pudo estar casada con un tal Isidoro. Por más que he buscado, no he encontrado nada acerca de los parabolanos. Algunos personajes aparecen un poco desdibujados, como es el caso del propio Orestes, que cada vez que se tiene que enfrentar a Cirilo me recuerda al huérfano Oliver diciendo aquello de "¿me da un poco más, señor?" Y puede que haya cierto tufo anticlerical en toda la película, por mucho que se hable de que es un alegato contra el fanatismo, y no contra la Iglesia. Bueno... todo eso se puede perdonar.
Empezando por lo último, no hay que olvidar que hay una secuencia deliciosa acerca del corazón mismo de la religión cristiana, secuencia que podríamos denominar "el milagro del pan", cuando las manos de los desharrapados se tienden hacia Davo (casi parece que es una puesta en escena teatral) mientras él reparte pan entre ellos. O en el momento de la fuga de Sinesio en plena noche, cuando bendice a Hipatia mientras duerme. No. Antifundamentalista, seguro. Anticlerical, puede. Anticristiano, no creo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Ágora es una película que funciona porque, pese a que tiene alguna carencia de ritmo, lo compensa con actuaciones que van de lo correcto a lo brillante, porque tiene una espléndida fotografía y unos movimientos de cámara realmente originales (fenomenal ese plano de 360 grados dentro del Serapeo, durante el asalto de los cristianos); puede resultar muy lenta cuando vemos a la filósofa y a la matemática, en lugar de a la mujer (aunque no siempre, lo del barco es memorable), pero la banda sonora hace su trabajo maravillosamente bien, y el diálogo es algo que siempre está presente (apenas hay silencios). Funciona porque hace justicia al personaje al que se ha dedicado, ya que, al contrario que el "Alexander" de Oliver Stone, se escogió al actor (actriz en este caso) adecuado, y la historia se ha contado en general con corrección. Funciona porque llega a conmover en algunos pasajes. Funciona porque ha sobrevivido a la expectación levantada. La segunda vez que he visto "Ágora" ha sido en un cine de Málaga, en martes y trece, y la sala estaba a la mitad de aforo, lo cual es un logro entre semana. Funciona porque, a diferencia de "Alatriste", se nota que el dinero llegaba de verdad, y no se quedaba por el camino. Decorados acertados, vestuario más acertado todavía, puesta en escena bastante puntillosa. Funciona aunque apenas arranque alguna risa: lo del pañuelo es prácticamente lo más cruel que le he visto a una mujer hacer a un hombre, y eso que seguro que la intención de Hipatia no era hacer daño. De todas formas, la sala se partía de risa. Por cierto, la anécdota parece que fue verídica. Funciona porque, para quien esté algo versado en el tema, los guiños a la filosofía clásica y a la astronomía moderna (a Carl Sagan, por decirlo claramente) alternan con un descaro que se agradece.
Ah... quienes acusan al filme de exhibir violencia gratuita, no saben, probablemente que Amenábar omitió algunas cosas especialmente truculentas.Por ejemplo, la propia muerte de Hipatia: fue asaltada en su litera por un grupo de no menos de cien fanáticos, que la sacaron de dentro por el pelo, la arrastraron a una iglesia, le obligaron a besar una cruz, la desnudaron y le arrancaron la carne de los huesos con conchas marinas mientras aún estaba viva. Creo que, como ejemplo de violencia charcutera, es un alivio que Amenábar no haya caído en eso. Simplemente, mostró lo que honestamente pensó que debía mostrar. Y la película entera, por mucho que alguien se empeñe en llamarla "grandielocuente", destila honestidad por todas partes.
Ah... quienes acusan al filme de exhibir violencia gratuita, no saben, probablemente que Amenábar omitió algunas cosas especialmente truculentas.Por ejemplo, la propia muerte de Hipatia: fue asaltada en su litera por un grupo de no menos de cien fanáticos, que la sacaron de dentro por el pelo, la arrastraron a una iglesia, le obligaron a besar una cruz, la desnudaron y le arrancaron la carne de los huesos con conchas marinas mientras aún estaba viva. Creo que, como ejemplo de violencia charcutera, es un alivio que Amenábar no haya caído en eso. Simplemente, mostró lo que honestamente pensó que debía mostrar. Y la película entera, por mucho que alguien se empeñe en llamarla "grandielocuente", destila honestidad por todas partes.