Me imagino a aquel público feliz después de ver la película. Es cierto que no cuenta con fabulosos efectos especiales, pero fue un éxito y el que la ve, experimenta una sensación satisfactoria, por no haber perdido el tiempo viendo otra cosa. Pocas producciones han tenido ese nivel, pues es una película que nos ejemplifica que hay muchas historias por contar. Pero no, ahora preferimos ver buenos efectos especiales y nada más. Pero ``La historia interminable´´ es un gran detalle que nos hace ver un montón de aventuras increíbles y fantasía imaginativa. Es un recuerdo de ilusiones, una historia maravillosa que por alguna razón no se olvida. ``La historia interminable´´ nos enseña lo mágicos que pueden ser los libros, si echamos imaginación, pero ahora eso está desapareciendo, la gente prefiere jugar a las consolas y los niños quieren engancharse a las redes sociales, así que me temo que la mágica imaginación se está extinguiendo. Seguro que nuestros abuelos de pequeños imaginaban que una roca podía ser como una muñeca o una rama que podía ser una varita mágica. Eso es, queridos lectores, la imaginación es el mejor juguete con el que se puede jugar y eso es lo que enseña ``La historia interminable´´. Nos enseña que imaginando y haciendo de una situación algo mágico, podemos divertirnos más, que jugando a las consolas o chateando. Y tiene razón, la infancia no debe perder esos valores y virtudes, pues al fin y al cabo puede llegar a resultar mágico y fantástico.