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Voto de El Extranjero :
5
Drama Un grupo de jóvenes comparte un mismo interés: la idiotez. Con una casa de campo como base, pasan su tiempo libre juntos explorando los ocultos y poco apreciados valores de la idiotez. El grupo se dedica a enfrentarse a la sociedad con sus idioteces. Karen, una mujer solitaria y reservada, se une al grupo después de participar involuntariamente en una de sus actuaciones. (FILMAFFINITY)
1 de mayo de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me molestan los constantes cortes de plano, esos microsaltos de segundos hacia delante, lo veo como un recurso muy cutre y que no alimenta a una lógica y natural cohesión de los acontecimientos.

Por un lado me parece no menos tramposa o utópica que cualquiera de las películas comerciales que te cuentan una trola y blanquean la realidad con tal de entretener, en este caso se da una imagen amable y bondadosa de una secta, la cual pintan como un club social, círculo de amistades, gente bienintencionada y de mente abierta, que se quieren mucho y practican orgias con cierto desenfado; el abuso, el deseo de aprovecharse no figuran entre los intereses de estos traviesos alborotadores.

Jugar a ser (o 'a explorar tu lado') idiota tal y como muestra está película es una necesidad/juego que solo puede surgir si en efecto se está tocado, si ya previamente hay un tornillo suelto. O bien como acto de rebeldía, muestra de inconformidad, falta de oportunidades, inadaptación o resentimiento (lo cual es probable que esté ligado a lo anterior pues sea causado por algún tipo de trastorno mental) que en ningún caso dejará de ser una pataleta infantil o un juego/experiencia con fecha de caducidad. (Si un movimiento se monetiza o adquiere cierta repercusión, ya automáticamente deja de ser un juego, por muy buenas y nobles intenciones que sobre el papel pudiera albergar.) Las comunas de cualquier temática están condenadas a desaparecer a no ser que se rijan por un modelo autocrático.

Mientras la veía me preguntaba si a personas como Amancio Ortega o Florentino Pérez les parecería divertido jugar a esto y en cambio por qué a otros sí. Porque es una farsa que como mucho solo vale como una efímera experiencia idealista, solo apta para ser recordada con la mermada percepción, fruto del instinto de preservación, con la que funciona la memoria, que solo trata de recordar las cosas buenas de una etapa, nunca los sinsabores o los momentos malos.
El Extranjero
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