A ti un fantasma de un señor que no conoces te dice que sospecha de Lord Peter Lyman, alias cásate-conmigo-ahora-quiero-un-hijo-tuyo y con el porte de Hugh Jackman, ¿y te vas a poner a investigar? ¿Le vas a hacer caso al tocarices del ente? ¡Pues no!

Claro, que la dulce, patosa y perspicaz Sondra Pransky, con una Scarlett Johansson increíblemente bien dirigida por Allen y de ahí que saque lo mejor de sí misma, tiene tal instinto periodístico que no puede más que investigar el caso a ver si se hace con la noticia de la década. Bueno, el olfato periodístico le dura más o menos sesenta minutos de película, porque durante el resto hace lo que le dicta el corazón y sigue la táctica del cásate-conmigo. Es normal, pero ¿no decae un poco la película a medida que ella va perdiendo su interés en el caso del asesino del tarot? Yo creo que sí y aunque Woody Allen y su mago (¿qué obsesión tiene este hombre con la magia?) son graciosísimos y aportan méritos a la historia, también es cierto que dejarle actuar en solitario no tiene el mismo encanto. La recta final parece mal encajada, con un aire a lo Hitchcock que me escama.

Por lo demás, «Scoop» es una efusión de vida desde este mundo y el de los muertos que te alegrará el día sí o sí. Un thriller de comedia negra para que no desfallezcamos. Qué optimista andaba Woody Allen.