Haz click aquí para copiar la URL
España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
7
Comedia Aclamada comedia sobre el cine premiada en los circuitos de cine independiente. Nick está rodando una película en la que todo está saliendo mal, pero no está dispuesto a renunciar e intenta conservar su integridad. (FILMAFFINITY)
28 de octubre de 2008
39 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando uno se acerca al medio cinematográfico con mayor empeño y más ganas de conocer sus vicisitudes o secretos, comprende que todo aquel sueño de intentar emprender una aventura en susodicho medio, podría verse truncado por la compleja maraña que se esconde tras todas esas horas y horas dedicadas al proceso de rodaje y edición.
Y es que, lejos de fijar unos parámetros, inventar una buena historia y, como aquel que imagina desde su preadolescencia agarrar una cámara y empezar a realizar cualquier tipo de encuadre sin que nadie ni nada se lo pueda evitar, "Vivir rodando" nos transporta al verdadero sentido del cine, a todos esos cortes y tomas que nunca parecen tener una conclusión, y que se ven complicadas por la ardua dirección de actores, los intempestivos micros que aparecen cuando no es menester y los focos que son empujados un recuadro más aquí o más allá.

DiCillo, con un puñado de personajes, aunque tópicos, entrañables, gráciles y de esos que rezuman simpatía, nos introduce en el particular día a día de un realizador en un ejemplo brillante de como dar su propia interpretación del cine dentro de cine y, además, mostrarnos todos los entresijos y pormenores que podrían surgir en cualquier tipo de propuesta, por sencilla que sea, por metódicos que resulten los propios técnicos y por profesional que pueda resultar el equipo que está detrás de todo. Porque de las insalvables e infructuosas jornadas batallando tras una cámara, no se libra ni el más grande.

La originalidad de un trabajo que va de menos a más, y que en ni un sólo momento pierde un ápice de su velocidad y fuerza, dota esta extraña y peculiar cinta de un sentido del humor tan curioso como funcional, y nos acerca como muy pocos habían logrado a ese pequeño universo que es el plató de rodaje, haciendo que uno se sienta dentro, y viva el rodaje como uno más del equipo, con sus nervios, sus idas y venidas en el propio film e, incluso, la increíble ilusión de ver culminada una secuencia que se intuía complicada y que, en un golpe de gracia, se nos muestra que nunca hay que desesperar, que tarde o temprano las soluciones llegan y que, quizá, algún día seamos nosotros quienes, por otro golpe de la madre fortuna, logremos estar ahí, sufriendo, padeciendo, dando lo máximo, recogiendo todas las esencias de ese gran arte llamado cine y embarcándonos en una aventura hacía lo desconocido. Mientras, siempre nos quedará disfrutar de "Vivir rodando". Inolvidable.
Grandine
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow