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Estados Unidos Estados Unidos · Bon Temps (Louisiana)
Voto de RandolphCarter:
10
Ciencia ficción. Acción Noviembre de 2019. A principios del siglo XXI, la poderosa Tyrell Corporation creó, gracias a los avances de la ingeniería genética, un robot llamado Nexus 6, un ser virtualmente idéntico al hombre pero superior a él en fuerza y agilidad, al que se dio el nombre de Replicante. Estos robots trabajaban como esclavos en las colonias exteriores de la Tierra. Después de la sangrienta rebelión de un equipo de Nexus-6, los Replicantes fueron ... [+]
10 de febrero de 2010
25 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, antes de nada, aclarar que voy a criticar la “Blade Runner” de siempre, la que tenía en una cinta VHS chamuscada tras ponérmela casi cien veces desde pequeñajo. No sé y creo que prefiero no saber de más director´s cuts, final versions o ultimate editions. La de toda la vida, coño. Empezamos.

Fascinante y muy libre adaptación del relato “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” del genio entre genios esquizofrénicos Philiph K. Dick, del que si no habéis leído nada, hacedlo, y si ya lo habéis hecho, repetid. Pero hablemos de cine.

En 1982 Ridley Scott presentó su otra gran película tras el éxito de “Alien”, una fábula distópica sobre el futuro que nos espera y la deshumanización consecuente a los avances tecnológicos. Existen una serie de entes artificiales, replicantes, construidos a la manera de seres humanos con fecha de caducidad, para llevar a cabo aquellas tareas más desprestigiadas de la sociedad. Es decir, esclavos androides. De lo bien construidos que están, pudiendo confundirse con los humanos, también pueden llegar a tener pensamiento propio, con lo que aquellos que se han descontrolados han de ser eliminados por su peligro potencial al desear la libertad. A eso es a lo que se dedica Rick Deckard (correctísimo Harrison Ford), el mejor “Blade Runner”, una suerte de sabuesos/ verdugos que ejercen las labores de investigación y ejecución. Un grupo de replicantes comandados por Roy Batty (genial Rutger Hauer) ha escapado y hay que atraparlos. Comienza la cacería; un trabajo en apariencia fácil, pero que hará que Deckard cuestione su trabajo, su mundo y a sí mismo.

Quiero añadir que la buena ciencia ficción no es la que se centra en rayitos laser, viajes a velocidad de la luz, o marcianos antropófagos, sino en la relación del ser humano con lo desconocido, la tecnología y el progreso entre otros temas recurrentes y como éstos le afectan. Clásicos literarios como “1984” de George Orwell, “El mundo feliz” de A. Huxley, “El juego de Ender” de Orson Scott Card, “Neuromante” de William Gibson, “Crónicas marcianas” y “Fahrenheit 451” de Ray Bradbury, "Yo, Robot" de Asimov, y un largo etc.

Siguiendo esta tradición, el film que nos ocupa va más allá de la insuperable y oscura recreación futurista, la espléndida fotografía, la imperecedera BSO de Vangelis, y el tono de novela de detectives existencialista. Habla de qué es lo que conforma el hecho de ser humano ¿Realmente es exclusivamente nuestro aquello que llamamos humanidad? ¿Pueden seres sintéticos llegar a ser más reales que nosotros mismos? ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

Sí que pueden, y pueden aferrarse a su existencia con mayor voluntad de vivir que nosotros mismos: “… todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia”

Pura poesía audiovisual.
RandolphCarter
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