La HBO está haciendo más por el cine que Harvey Weinstein, Spielberg, Nolan y Uwe Boll juntos. Otro producto estrella cortesía de una cadena que debería empezar a considerarse como la Motown de las series.

True Detective es una película de 8 horas que pese a estar dividida en capítulos, no pierde la esencia y como dije con Breaking Bad, tiene lo que las grandes series tienen: respeto hacia sí misma y sus códigos (aunque en este caso, incluso hubiera preferido que se los saltaran, luego en el spoiler más tranquilitos lo hablamos).

Si alguien ponía en duda el Oscar de McConaughey (este pavo ha conseguido que aprenda a escribir su nombre y todo), solo tiene que ver los tres últimos minutos del último capítulo. Este tío es un auténtico milagro en la industria. Y no quiero quitarle mérito a Woody Harrelson, que sin tener un personaje con tanta miga como Matthew, consigue que se le preste atención, cosa que no es tan fácil teniendo a Rust al lado.

El buen cine (que sigue existiendo, pesaos) cada vez se encuentra más en nuestros salones y portátiles. La fotografía y la ambientación, la esencia y el misterio del sur de USA, las actuaciones protagonistas, la estructura del guion, la dirección, absolutamente todo raya la perfección. Incluso me arriesgo a decir que en esta serie veremos la escena técnicamente más espectacular del año, sin CGIs ni píxeles. En True Detective hay una trama que engancha pero conviene recalcar, que esta es una serie de personajes (sí, eso que se decía de Lost). El creador te invita a que tú también seas detective, pero no te deja claro sobre qué caso. Que cada cual lo interprete como quiera.

Espero con ganas la próxima temporada y con temor también, porque va a ser muy difícil mantener el nivel. Eso sí, medio Hollywood perderá el culo para ser la nueva pareja de detectives de la segunda temporada, y cuando digo Hollywood, me refiero a los peces grandes. A Nortons, McGregors, Fassbenders, Brodys y demás. Antes el actor de cine que se metía en series era un renegado. Hoy a ver quién es capaz de rechazar una llamada de Nic Pizzoletto, que diga Pizzolatto.