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México México · México Distrito Federal
Voto de Coleccionista Visual:
3
Drama Melodrama de una pareja exitosa. Mariana (35) y Julián (40), enamorados, felices, con una plena vida sexual, son padres de dos hijos de 17 y 14. En la intimidad, Julián dice que no le importaría la infidelidad a condición de estar enterado. Mariana tiene entonces una aventura con un cliente de su compañía y, aunque el engaño no se consuma, Julián cae víctima de su supuesta fortaleza, sufre depresión. Abandona su casa y los hijos padecen ... [+]
19 de marzo de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me parece que el Sr. Walerstein tiene una carrera como cineasta algo larga, pocas películas —eso sí—, sin embargo creo que trae vicios bastante arraigados como los clichés del melodrama. Han pasado algunas décadas de aquélla "Siempre hay una primera vez" en la cual dirige alguno de los tres cortos que componen dicho metraje y regresa a las marquesinas mexicanas con "Canon", película muy divagante que no concreta en línea argumental, guión o elenco.

La historia recorre fugazmente las vivencias de una pareja de profesionistas —hasta aquí todavía se concibe que la pareja es la importante— a partir del cambio de milenio, pero la historia no termina por convencer y de ser un fallido drama erótico, se conduce hacia las desavenencias de la protagonista. En plan de víctima y escrupulosa, sin someterla al señalamiento e irrisoriamente la dotan de una abnegación utilitaria para crear empatía con el espectador y así abiertamente cambiar las perspectivas del argumento y convertir el conjunto en una telenovela de 100 minutos. Por lo que se deduce como un guión caído al no establecer bien cuál es el mensaje de fondo y que pareciera ir trazándose a la par que su filmación.

Otro de los vicios del melodrama lo encabeza Mariana Seoane —precisamente por provenir del formato televisivo—; si bien no lo hace mal, se le encajona a cumplir lo que en confort sabe realizar, personajes planos y sin mucha exploración. A ella se unen otras personalidades con un trabajo de interpretación por demás lamentable; Humberto Zurita (amante) con exceso de confianza; Mónica Dione (mejor amiga) en papel igual de indefinido que todo el proyecto, su voz en off como personaje que va a la par de los principales, dejando en claro que sus apariciones son totalmente incidentales; y para rematar Plutarco Haza (esposo), qué actor tan irregular, no logra destacar porque los proyectos que precisamente encabeza no tienen coherencia o bien tampoco ese sustento que toda obra necesita para prevalecer y destacar, el trabajo de guión.

Vicios que empobrecen el 7o. arte.
Coleccionista Visual
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