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México México · México Distrito Federal
Voto de Coleccionista Visual:
7
Comedia Fredy es un soltero empedernido que vive básicamente de noche. Es el arquetipo del playboy: no tiene un trabajo fijo y es un eterno seductor de veinteañeras. La noche en que Fredy conoce a Aylín cree que está ante un un nuevo romance pasajero. Su sorpresa no tiene límites cuando se entera de que la chica es su hija y que, además, va a ser abuelo. A partir de entonces su vida empieza a cambiar. (FILMAFFINITY)
5 de julio de 2015
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Con una estética apegada a los estándares holliwoodenses "Igualita a mi", la comedia de Diego Kaplan reúne cada uno de los aspectos encargados de categorizar su filme como tal, con la alusión directa a los productos del cine gringo. Una comedia ligera, con sets donde la foto, las escenografías e iluminación le juegan correcto para la recreación de un bonito cartón que a la voz de "acción" teatraliza. Dicho lo anterior y que al no deslindarse de ello, hacen que el director haga un trabajo cien por cien apegado al entretenimiento con respectivas variantes, convincentes o no, pero dispuesto a rodar aun con el lastre del arquetipo.

Recientemente los denominados Chiqui-rucos (término dado en México) siempre han de llamar la atención por la negación del transcurrir del tiempo, lo que hace de ellos un blanco suceptible de comentarios mordaces, dados sus gustos y recursos para evitar al precio que fuere revelar la edad y por tanto aparentar menos e integrarse a grupos que indistintamente les hacen notar su fuera de contexto. "Igualita a mi" va de esto; un casanova entrado en años, parrandero e indispuesto al compromiso se verá repentinamente sometido al rol no sólo de padre, sino de abuelo, que incrédulo ante sus nuevas circunstancias, serán las que lo hagan aterrizar sobre los 60 por cumplir —dentro del filme, claro está.

De narrativa lineal y situaciones engañosa por momentos, el director tiene la habilidad por envolver a través de sus personajes de carácter mayoritariamente liviano, con excepción momentánea del protagonista, encarnado por Adrián Suar, a quien se le nota confortable acerca del papel a enrolar; supongo que para Florencia Bertotti y esa empatía que entabla con el espectador, hacen que el proyecto roce entre lo simpático, cursi y edulcorado.

Cine de entretenimiento.
Coleccionista Visual
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