Serie canadiense discreta en popularidad, pero poderosa y eficaz como producto que a la orden de un sólo click (Netflix) se accede a una trama de misterio, donde la palabra "clonación" justifica las incontables apariciones de un mismo rostro en diferentes facetas y actitudes.

Con arranque por demás prometedor se sitúa en una estación de tren, donde se encuentra Sara Manning, la que casualmente ve el suicidio de una mujer —llamada Beth y policía de profesión— de extraordinario parecido con ella, lo que aprovechará con el robo del bolso de ésta para intentar obtener algún beneficio. Sin embargo, las razones de la suicida son desconocidos e irán enredando a la estafadora en una serie de eventualidades que atañen al origen de ambas.

Un thriller enmarañado en cuestiones de estructura y en pro de incentivar el interés del televidente, quien cautivado por la multifacética Tatiana Maslany —la carta más fuerte de la propuesta—, da las pautas para concluir su visionado.

Serial con altas y bajas a lo largo de dos temporadas, que contrariamente al resto de comentarios tiene un inicio inigualable, pero estancado mayoritariamente en persecuciones irrefrenables.

Notable, con aspectos por refinar en cuestiones de narrativa.