"Torerillos, 61", es un cortometraje documental sobre los aspirantes a toreros en la España de principios de los años 60, construido sobre imágenes reales, documentales, y crónicas periodísticas en forma de recortes de periódicos sobre este mismo tema. Con la voz en "off" del actor Fernando Rey, constituye una dura y cruda visión de una determinada parcela de la realidad social de la España del momento, y es un corto más interesante que "El noveno" (1960), un previo cortometraje de Patino. Los recortes de periódicos sobre espontáneos y maletillas se suceden sobre la pantalla, y definen los comentarios del locutor (Fernando Rey).

José Luis Borau, Mario Camus y el propio Patino, entre otros, aparecen como productores asociados. La fotografía es en Eastmancolor (según los créditos iniciales es "Eatsmancolor").

La faceta documentalista de Patino en este corto y en "El noveno" reaparecerá en importantes y posteriores trabajos de este director, como por ejemplo "Canciones para después de una guerra" (1971).