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Voto de Pedro Triguero_Lizana:
8
Drama. Romance Un viejo payaso (Charles Chaplin), después de evitar el suicidio de una joven bailarina (Claire Bloom), no sólo la cuida, sino que, además, se ocupa de enseñarle todo lo que sabe sobre el mundo del teatro para hacerla triunfar. Último y melancólico film americano de Chaplin. (FILMAFFINITY)
11 de septiembre de 2013
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El argumento de este film parece el desarrollo folletinesco de una línea argumental, o una sub-trama, presente en su anterior largometraje, "Monsieur Verdoux" (1947): Verdoux recoge en la calle a una joven solitaria y desesperada para probar con ella un nuevo veneno, pero, conmovido por los argumentos de la joven, le perdona la vida. Más adelante, cuando a Verdoux le van mal las cosas, la joven, que ha mejorado mucho de posición social y económica, se empeña en ayudarle, tratando de devolverle la ayuda que él le dio antes. Y, al final, aunque cena con ella una noche en un restaurante, Verdoux rechaza su ayuda, y se entrega a la Policía, harto de todo. Pese a ello, la mujer asistirá incluso al juicio en el que el protagonista es condenado a muerte.

La relación que hay en "Candilejas" entre los personajes de Charles Chaplin y Claire Bloom es la misma: Calvero es un hombre sumido en un masoquismo miserabilista -en un proceso de autodestrucción, diría otro- que salva la vida a Terry, la bailarina fracasada, devolviéndole las ganas de vivir a la joven. Sin embargo, pronto se producirá lo contrario. En ese tira y afloja entre el uno y la otra, entre el fracaso y el éxito, y entre la pobreza y la riqueza, se van los 136 minutos que dura la versión en VHS que he visto.

"Candilejas" es un film curioso en su patetismo, pese a que en él se desborda la tendencia hacia el folletín presente en el anterior cine de Chaplin, al mismo tiempo que Chaplin, como actor protagonista, se desmelena en el victimismo y la marginación, en un malditismo más o menos romántico, un poco como el Guru Dutt, actor y director, de "Pyaasa" (1957). Entre todo este exceso un poco autocomplaciente y melancólico, yo me quedo con la colaboración, demasiado corta, de un Buster Keaton obligado a ser un comparsa, un ingrediente para sumar patetismo al conjunto. "Candilejas" es, en el fondo, una obra desesperada, que expone miedos personales del autor: miedo a no ser reconocido, miedo a ser olvidado, miedo a no poder satisfacer el narcisismo del actor cómico.
Pedro Triguero_Lizana
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