A George Clooney le admiro y envidio porque además de llevárselas de calle sabe hacer su trabajo, y además es una de las voces más interesantes de Hollywood, donde por lo general, sólo se meten en política para hacerse la foto. Por eso no se trata de que la peli sea mala, que no lo es, pero no me llena; no colma mis expectativas. No es que no haya buenas interpretaciones. No es que la historia no tenga un trasfondo interesante, ni que vaya a lo fácil. Tampoco es por los personajes, qué va. Con gente como Phillip Seymour-Hoffman o Paul Giamatti, desde luego que no. Pero es que para ser de George Clooney, esperaba más de "Los idus de marzo".

Y es que al final se te queda el cuerpo de que en vez de asistir a la gran historia que crees que va a ser, porque hasta el título te dice que esto va a ser graaaaande...pues se te queda de que has visto una anécdota. Una travesura política. Pero no algo tremendo, al menos, no para mí.

Y bueno... a estas alturas no creo que nada de lo que aquí se ve pueda llegar a escandalizar a alguien. Al menos aquí en España, donde con escándalos como el de Urdangarín, Gurtel, las subvenciones de Chaves, los sueldazos que se pusieron los de la televisión autonómica de CLM (por poner un ejemplo de esto de los sueldazos) o los entresijos de la SGAE estamos ya bien curtidos. Por lo visto allí a los políticos sí tienen cojones a meterles mano.

Qué cosas.