Puntuar a un clásico de terror nada tiene que ver como puntuar a una película de Bergman como puntuar a una película del género “comedia romántica” pues nada tienen que ver y aunque considere que está película es “buena” me refiero dentro del género pues este tipo de comedias siguen unos moldes y esquemas que a veces son buenas y otras malas hasta la saciedad.

La boda de mi mejor amigo es una película que dentro del género es bastante buena y eso se debe al buen reparto que por esos años eran caras muy taquilleras, Julia Roberts se convirtió tras Pretty Woman en una actriz taquillera y perfecta para las comedias románticas.
Esta película posee todos los ingredientes para esta comedia, grandes bodas, familias ricas, novias, ex-novias, ex-novios, sociedad de clase alta, amigos gays...diálogos tontos y bueno, otro mundo solamente real para aquellas familias poco alcanzables para una sociedad media americana, ese sueño americano está siempre latente en estas comedias.

La película es a la vez una agradable reflexión de las parejas que se rompieron tras varios años de relación y las cuales guardan una preciosa amistad y se plantea la pregunta de que pasará hasta que una de los dos se casa, los celos o el planteamiento de lo que hubiera pasado si nos hubiéramos vuelto a juntar, esa serie de preguntas son las que esta comedia romántica también nos plantea.

El ritmo de la película es bastante bueno, las actuaciones muy correctas, Julia y Cameron están muy bien, en concreto Cameron tiene un papel muy agradable y divertido de chica inocente, es cierto que la dirección y el reparto hacen de esta película una buena receta para una tarde de aburrimiento.

A parte de una comedia, La boda de mi mejor amigo es una reflexión sobre la vida de pareja y las obligaciones entre ambos.